¿Nueva base del terrorismo? Los talibanes ocupan más territorios de Afganistán sin encontrar resistencia ante la retirada de las tropas de EE.UU.

La Administración Biden sigue determinada a cumplir con su plan para poner fin a la guerra de EE.UU. en Afganistán para finales de agosto a pesar de los avances estratégicos de los talibanes.

En los últimos tres días los talibanes tomaron el control de seis capitales provinciales de Afganistán, además de varias ciudades fronterizas y rutas comerciales, a medida que intensifica su campaña para derrotar al Gobierno ante la retirada de las tropas de EE.UU. y sus aliados. 

Este lunes, los talibanes capturaron Aibak, la capital de la provincia norteña de Samangán, sin encontrar resistencia. El viernes, el grupo obtuvo el control de Zaranj (provincia de Nimroz), mientras que durante el fin de semana en manos de los talibanes cayeron también Sheberghan (Jauzján), Sar-e Pul (Sar-e Pul), Taloqan (Takhar) y Kunduz, en la provincia del mismo nombre.

El próximo objetivo de talibanes puede ser la capital de la provincia de Balj, Mazar-e Sarif. Previamente, en las redes sociales aparecieron videos de tiroteos en las afueras de esa ciudad, aunque no se pudo confirmar la autenticidad de las imágenes. 

La violencia en Afganistán aumentó desde que EE.UU. anunció el pasado abril planes para retirar las tropas antes del 11 de septiembre, coincidiendo con el 20.º aniversario de los ataques del 11-S, y la OTAN siguió su ejemplo. 

Las fuerzas gubernamentales están perdiendo el control de los centros administrativos en las batallas contra los talibanes por primera vez desde 2016. Además, desde el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) comunicaron el lunes que al menos 27 niños murieron y 136 resultaron heridos en tres provincias de Afganistán durante los últimos tres días en medio de una escalada de violencia.

Los avances de los talibanes provocaron recriminaciones por la retirada de las fuerzas extranjeras. Así, el exjefe del Comando de Fuerzas Conjuntas del Reino Unido, el general Richard Barrons, señaló a BBC que la salida de Afganistán es un "error estratégico" que crea el riesgo de un resurgimiento del terrorismo. Por su parte, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, dijo al periódico Daily Mail que el acuerdo alcanzado el año pasado entre EE.UU. y los talibanes sobre la retirada de las tropas era un "trato horrible".

No obstante, la Administración Biden sigue determinada a cumplir con su plan para poner fin a la guerra de EE.UU. en Afganistán para finales de agosto a pesar de los rápidos avances estratégicos de los talibanes, según indicó a AP un funcionario estadounidense. Anteriormente, desde el Comando Central anunciaron que la salida de las tropas se completó ya en un 95 %.

El lunes, el Departamento de Estado anunció que el enviado de EE.UU. para Afganistán, Zalmay Khalilzad, partió hacia Catar, donde "presionará a los talibanes para que detengan su ofensiva militar y negocien un acuerdo político". A su vez, el portavoz del Pentágono, John Kirby, declaró que la situación de seguridad en Afganistán "no va en la dirección correcta", pero aseguró que las fuerzas de este país tienen la capacidad para luchar contra los talibanes. "Estas son sus fuerzas militares, estas son sus capitales provinciales, su gente a la que defender, y realmente dependerá del liderazgo que estén dispuestos a exudar aquí en este momento en particular", dijo el vocero.

En Europa tampoco quieren reconsiderar la decisión sobre la retirada de las tropas. Annegret Kramp-Karrenbauer, ministra de Defensa de Alemania, país que tenía el segundo mayor contingente militar en Afganistán después de EE.UU., rechazó los pedidos de que sus soldados regresaran a la nación asiática. 

"¿Están la sociedad y el Parlamento preparados para enviar a las [Fuerzas Armadas] a una guerra y permanecer allí con muchas tropas durante al menos una generación? Si no lo estamos, entonces la retirada conjunta con los socios sigue siendo la decisión correcta", escribió la alta funcionaria en su cuenta de Twitter.

Previamente, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que la misión de EE.UU. en Afganistán "ha fracasado" y que todo el mundo lo entiende, incluido Washington. Además, el jefe de la diplomacia rusa señaló que el terrorismo no ha ido a ninguna parte del territorio afgano, ya que el Estado Islámico y una rama de Al Qaeda han reforzado sus posiciones en el país. 

La semana pasada, las fuerzas especiales de Rusia y Uzbekistán iniciaron ejercicios conjuntos en un campo de entrenamiento en el territorio uzbeko en el contexto "de la desestabilización de la situación en el vecino Afganistán".

Por su parte, el abogado especializado en migración, Alfredo Campos, destacó que la situación en Afganistán se ha convertido en un problema crónico. El experto opina que la retirada de las tropas internacionales está agudizándolo aun más.

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