Al contrario que sus predecesoras, las refinerías privadas creadas recientemente en China están prosperando porque comparten la visión del futuro del sector del presidente Xi Jinping, quien aboga por industrias más limpias y una mayor eficiencia energética, informa Bloomberg.
A este grupo de nuevas compañías, conocido como Tetera 2.0 (término que hace referencia al diseño de las primeras refinerías privadas del país), pertenecen empresas como Jiangsu Eastern Shenghong y Hengli Petrochemical, que construyen grandes complejos de refinación más 'verdes' y se centran en el uso del crudo para producir plásticos y productos químicos en lugar de combustibles más contaminantes como el diésel.
Shenghong, anteriormente enfocada en la producción de fibras sintéticas, ha visto el valor de sus acciones crecer más de cuatro veces desde que inició hace dos años un proyecto para instalar la mayor torre de refinado del país, concluido este junio. Hengli, a su vez, aumentó su valor más de 3 veces desde el momento de la construcción de su primera refinería a finales de 2018.
Bloomberg destaca que las nuevas refinerías construyen sus instalaciones no en zonas pobladas, en las que las autoridades planean reducir el nivel de contaminación, sino en islas y penínsulas aisladas.
Asimsimo, se dedican más a la producción de productos como el paraxileno, que se usa para la creación de artículos de uso diario, como botellas. En este contexto, cabe destacar que las importaciones de paraxileno desde Corea del Sur a China cayeron un 13 % en la primera mitad de este año en comparación con el mismo período de 2019.
Gracias a este nuevo enfoque de las empresas, las autoridades chinas empezaron a concederles una serie de privilegios, como beneficios fiscales o permisos para importar más crudo.
"Un negocio y modelo operativo muy diferentes"
Esto ocurre mientras que el trabajo de las refinerías privadas más antiguas, que corresponderían al grupo 'Tetera 1.0' y causan un mayor nivel de contaminación, se ve dificultado por el Gobierno. Así, las autoridades acabaron este año con varias lagunas fiscales de las que se beneficiaban refinerías de la provincia de Shandong y redujeron el volumen de crudo que estas empresas podíaen importar.
"[Las refinerías del grupo] 'Tetera 2.0' tienen un negocio y modelo operativo muy diferentes que, en teoría, son más adecuados para las visiones de China de su sector energético integrado y eficiente", comentó Michal Meidan, director del Programa de Investigación Energética de China en el Instituto para los Estudios Energéticos de Oxford.
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