El pasado 7 de agosto el vehículo de exploración espacial Perseverance de la NASA fracasó en su primer intento de extraer una muestra de roca en Marte y sellarla en un tubo de recolección. En aquel entonces, Jennifer Trosper, la directora de proyectos del róver en el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, señaló que probablemente el material no fue obtenido porque la roca no reaccionó de la manera esperada durante el proceso de extracción.
Después de analizar los datos y las fotos del róver durante varios días, el equipo del Perseverance señaló que la telemetría de ingeniería de la máquina no detectó ninguna acción inusual durante las actividades de abrasión y extracción de muestras en comparación con los datos de las pruebas exitosas, realizadas en la Tierra, informó este miércoles Louise Jandura, ingeniera en jefe del sistema de muestreo, en el blog de la NASA. Al mismo tiempo, dio a conocer que las imágenes del lugar donde trabajó el Perseverance no revelan ningún núcleo o piezas de núcleo intactos.
Basándose en las mediciones de profundidad, los científicos de la NASA estipularon que la actividad de extracción de núcleos en esta roca llevó a la aparición de polvo o pequeños fragmentos que no se retuvieron debido a su tamaño. "Parece que la roca no era lo suficientemente robusta para producir un núcleo", puntualizó Jandura.
Actualmente el equipo de investigadores planea enviar el Perseverance a un lugar diferente, llamado 'Séítah', antiguo sedimento del lago, donde la roca debería ser más fuerte. "El 'hardware' funcionó debidamente, pero la roca no nos ayudó esta vez. [Esta situación] me recuerda una vez más la naturaleza de la exploración. Un resultado específico nunca está garantizado, no importa cuánto se prepare", manifestó la ingeniera.