Este viernes, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró como zona catastrófica las provincias de Sinope, Kastamonu y Bartın, en el norte del país, debido a las masivas inundaciones y deslizamientos de tierra. 27 personas fallecieron en la región.
Numerosas viviendas y establecimientos comerciales quedaron inundados o se derrumbaron, mientras en las calles los coches eran arrastrados por el agua.
Dos helicópteros tipo AS-532, pertenecientes a la Fuerza Aérea, fueron desplegados en el área para atender emergencias derivadas de las condiciones meteorológicas.