El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó este lunes en una rueda de prensa internacional que su país derrotó la política del expresidente Donald Trump contra Venezuela, que buscaba derrocar al mandatario e imponer un Gobierno de facto, a través de presión generada por las sanciones.
Maduro aseveró que la "andanada de sanciones" que se intensificó durante la gestión de Trump tenían la finalidad de "imponer un gobierno títere", que fue derrotado. "Lo aplastamos, al tal Juan Guaidó. Ahora a EE.UU. le queda revisar su política. La política de Donald Trump fue aplastada, derrotada".
El jefe de Estado venezolano calificó de "genocidas" las medidas punitivas contra su país, que han causado daños por el orden de los 116.000 millones de dólares, según cifras oficiales. "Las sanciones son un bombardeo silencioso contra una población inocente. Esos bombardeos crearon heridas grandes, pero vamos a salir adelante", agregó.
"Para comprar vacunas y medicamentos, para los tratamientos que recibe la población, debemos hacer magia para efectuar los pagos", aseveró y recordó que el país suramericano no tiene el derecho a manejar ninguna cuenta bancaria en el mundo. "Están secuestradas todas por el Gobierno de EE.UU.".
Advirtió que eventualmente Washington "tendrá que levantar las sanciones contra Venezuela". Mientras eso se logra, dijo, el país debe "activar todos los motores productivos" y "trabajar, producir más y profundizar alianzas con nuevas potencias para comprar y vender productos".
"Diálogos han arrancado con buen pie"
En su comparecencia ante los medios, el presidente venezolano afirmó que el nuevo proceso de diálogo que retomó el Gobierno con sectores opositores arrancó "con buen pie" y de manera exitosa.
Maduro dijo que durante su mandato se ha perseverado "por el camino del diálogo, de las conversaciones y negociaciones sanas, del entendimiento y la reconciliación".
Del mismo modo, recordó que en los acercamientos anteriores con la dirigencia opositora, en 2016 y 2018, en medio de las conversaciones, y a punto de llegar a un acuerdo final, los sectores más radicales "patearon la mesa" y abandonaron el proceso.
Dijo que en esta oportunidad su Gobierno hará lo "posible e imposible" para que la "oposición no patee la mesa, ni rompa los acuerdos del diálogo".
Asimismo, expresó que entre los puntos que la delegación gubernamental exigió para retomar el proceso de diálogo, se encuentra el levantamiento de las medidas punitivas. "Sanciones levantadas o nada, esa será la consigna. Haremos lo posible porque esta vez la oposición no rompa el camino del diálogo".
Los otros puntos son el reconocimiento de las instituciones y autoridades legítimas de Venezuela y el cese de la violencia como estrategia para deponer a su Gobierno.
El pasado domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, mediador en el proceso diálogo, informó que del 3 al 6 de septiembre se realizará otra ronda de negociaciones entre las partes, que iniciaron oficialmente una nueva etapa de acercamientos el pasado viernes, cuando firmaron un memorando de entendimiento en Ciudad de México.
"Verle la cara a los que nos querían matar"
El presidente venezolano se refirió a la complejidad de realizar negociaciones con sectores radicales opositores que han participado, según investigaciones de las autoridades del país, en planes conspirativos e intentos de magnicidio.
"Nos hemos sentado a verle la cara a los que nos querían matar", aseveró después de que el domingo fuera liberado el político opositor venezolano Freddy Guevara, que se encontraba encarcelado desde mediados de julio por la presunta comisión de delitos de "terrorismo, atentado contra el orden constitucional, concierto para delinquir y traición a la patria".
Al respecto, dijo que había visto que se le otorgó una medida sustitutiva de libertad a Guevara y que si se integraba a la plataforma unitaria de la oposición, para participar en los acercamientos en México, era "bienvenido" al diálogo.