Este lunes en la mañana, las autoridades del Gobierno israelí pidieron ayuda a sus aliados internacionales para hacer frente al masivo incendio forestal que se desató a las afueras de Jerusalén y continuó ardiendo por segundo día, mientras aviones y bomberos luchaban contra el fuego del que se cree es el más grande en el área en años, quemando al menos 17.000 hectáreas, según el Ministro de Seguridad Interna del país.
Los oficiales han informado que la mayor parte del incendio en el área de Jerusalén está bajo control, sin embargo, todavía permanecen varios puntos activos.
Asimismo, el jefe de Bomberos señaló que no había peligro inmediato para los residentes, lo que permitió a muchos regresar a sus hogares después de ser evacuados el domingo, cuando el fuego se descontroló, impulsado por el viento y las condiciones extremadamente secas después de un caluroso verano, según informan medios locales.
La causa del incendio aún permanece en investigación. Mientras tanto, el comisionado de Bomberos y Rescate, Dedi Simchi, mencionó que los investigadores creen que fue provocado por humanos, pero aún no está claro si fue negligencia o intencional.
Los Ministerios de Salud y Protección Ambiental emitieron un comunicado advirtiendo a los residentes del área sobre una contaminación atmosférica muy alta y recomendó reducir la actividad deportiva al aire libre.