Milicianos talibanes han decidido despedirse de los AK 47, sus fusiles de asalto tradicionales, y cambiarlos por rifles de producción estadounidense después de que el movimiento lograra apoderarse de una amplia gama de material bélico norteamericano, incluidos rifles M16 y carabinas M4.
Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., admitió este martes que una "cantidad considerable" de armas estadounidenses acumuladas en Afganistán, valoradas en miles de millones de dólares, cayeron en manos de los talibanes.
Dada la magnitud de las cifras, los milicianos del grupo extremista podrán utilizar armas capturadas durante años, estima Reuters, que señala que el movimiento podría reponer sus municiones simplemente comprándolas en el mercado.
"Los rusos producen cada año millones de cartuchos de AR 5.56 NATO [calibre estandarizado en el marco de la OTAN tanto para M4 como para M16] para el mercado estadounidense bajo las marcas Tula, Wolf y Red Army, por nombrar algunas. Tengo la sospecha de que los aliados de los talibanes no tendrán problemas para suministrar piezas para casi cualquier sistema de infantería", comentó la situación un oficial de la Marina estadounidense retirado, quien habló con la agencia bajo condiciones de anonimato.
Tradicionalmente, los combatientes del grupo usaban fusiles de asalto AK-47 como una de sus armas principales. Parte de esos rifles fueron conseguidos tras la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán en 1989.