El Ministerio de Protección de Vida Silvestre de Sri Lanka anunció recientemente una nueva ley para proteger a los elefantes domesticados, que incluye la prohibición de conducir uno si la persona se encuentra en estado de embriaguez. El incumplimiento de la norma llevará a los infractores a prisión hasta tres años y correrán el riesgo de que el animal sea confiscado.
Muchos ciudadanos ricos del país tienen elefantes como mascotas para mostrar su riqueza, sin embargo, las denuncias de maltrato y crueldad hacia estos animales son habituales.
Entre las nuevas normas, los elefantes podrán realizar trabajos pesados solo cuatro horas al día y aquellos dedicados al transporte de turistas no podrán llevar más de cuatro personas a la vez. Asimismo, es obligatorio permitir que el animal se bañe al menos durante dos horas y media al día y llevarlos al médico veterinario dos veces al año.
También está prohibido separar a las crías de sus padres y hacerlos trabajar, incluso en desfiles tradicionales. En Sri Lanka, la captura de elefantes salvajes es un delito, no obstante, los juicios son poco comunes.