El personal afgano de la Embajada de EE.UU. abandonada en Kabul está perdiendo la fe en los esfuerzos estadounidenses por evacuarlos, afirmando que se sienten traicionados por parte de las autoridades del país norteamericano, según se desprende de un cable diplomático del Departamento de Estado obtenido por la cadena NBC.
Los empleados están "profundamente descorazonados" porque, tras ser invitados por el Departamento de Estado estadounidense el miércoles pasado a dirigirse al aeropuerto internacional de Kabul para ser evacuados, se enfrentaron a una "experiencia brutal", al ser golpeados, escupidos e insultados por combatientes talibanes en los puestos de control cercanos al aeropuerto. Algunos incluso resultaron heridos en medio de las multitudes de personas congregadas en el lugar.
Uno de los empleados dijo que "sería mejor morir por la bala de los talibanes" que enfrentarse de nuevo a las multitudes. "Feliz de morir aquí, pero con dignidad y orgullo", dijo otro trabajador afgano de la Embajada estadounidense.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, indicó el domingo que 8.000 personas fueron evacuadas de la capital afgana en 60 vuelos en las 24 horas anteriores. El aeropuerto actualmente está vigilado por fuerzas militares estadounidenses desde el interior, y rodeado de puestos de control talibanes en el exterior.
Por su parte, un portavoz del Departamento de Estado dijo que EE.UU. tiene un "compromiso especial" con los miembros del personal local de la Embajada y agregó que han estado "trabajando incansablemente para mejorar el acceso al aeropuerto". No obstante, la instalación ha sido escenario de caos desde que los talibanes tomaron la capital afgana el 15 de agosto mientras las fuerzas estadounidenses e internacionales intentan evacuar a sus ciudadanos y a afganos vulnerables.