Varios países latinoamericanos están valorando realizar reformas tributarias para poder enfrentar los retos sociales y económicos que está dejando la pandemia de coronavirus.
La crisis sanitaria y económica ha golpeado duro a esta región, cuyos mandatarios deben responder al reto de conseguir la expansión del gasto público, fomentar estrategias para fortalecer los ingresos públicos y conseguir financiación para el desarrollo y la cooperación internacional, según la Comisión Económica para América y el Caribe (CEPAL) de la ONU.
Colombia busca recaudar 4.000 millones de dólares
Por el momento, en Colombia se demora el inicio del debate sobre la reforma tributaria en el Congreso, según ha confirmado el ministro de Hacienda. Se trata de la controvertida Ley de Solidaridad Sostenible, que incluye impuestos a las personas naturales, a las empresas, tarifas de IVA, así como impuestos a las ganancias ocasionales y normas antievasión.
La versión anterior del plan de reforma fiscal provocó fuertes protestas en el país. Con la nueva propuesta, el presidente colombiano, Iván Duque, espera recaudar 4.000 millones de dólares para atender necesidades sociales creadas por la pandemia.
La que han denominado como 'reforma 2.0' afectaría principalmente al sector privado. Así, las empresas tendrían que pagar un impuesto de renta del 35 % de manera permanente.
Según el profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Jorge Enrique Espitia, tiene una gran debilidad: "Las personas más ricas de este país no se van a tocar con la reforma tributaria", afirma el experto, que subraya que "las personas naturales" no van a experimentar ningún aumento de tarifas, ni por el impuesto de renta ni por el de patrimonio.
Buscando alternativas
En Chile la Ley de Modernización Tributaria, impulsada por el gobierno de Sebastián Piñera en 2020, intenta recaudar 2.000 millones de dólares que permitan cubrir las necesidades del país a corto y medio plazo, aunque ya se sospecha que esta iniciativa deberá ser ampliada debido a la situación económica que ha dejado la pandemia.
Por su parte, en Perú el presidente Pedro Castillo anunció que convocaría una asamblea constituyente para reformar el modelo económico, aunque de momento no precisó cómo piensa abordar la reforma de la política fiscal.
Diferentes caminos están sopesando en Ecuador y México. En el primero, el gobierno de Guillermo Lasso ha propuesto eliminar impuestos para salir de la crisis, mientras que en el segundo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que su país sí requiere una reforma fiscal, pero que se hará sin subir los impuestos.