El presidente de Rusia, Vladímir Putin, comentó este martes los recientes acontecimientos en Afganistán, donde una ofensiva relámpago de los talibanes* ha permitido al movimiento islamista tomar casi la totalidad del país.
Al caracterizar la situación como "complicada y preocupante", el mandatario señaló que Moscú la sigue de cerca.
"La observamos atentamente e interactuamos activamente con nuestros aliados de la OTSC [Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva]. Por supuesto, no vamos a interferir en los asuntos internos de Afganistán y mucho menos involucrar a nuestras Fuerzas Armadas en un conflicto de todos contra todos", dijo Putin, señalando que el conflicto afgano "se prolonga desde hace varias décadas".
"La URSS tuvo su propia experiencia de permanencia en ese país. Hemos aprendido las lecciones necesarias", agregó el presidente ruso, al tiempo que advirtió de posibles amenazas a Rusia desde el territorio de Afganistán.
"Existe el peligro de que los terroristas, varios grupos que han encontrado refugio en Afganistán, utilicen el caos que nuestros colegas occidentales han dejado en el país, e intenten iniciar una escalada directa en los Estados vecinos […] Asimismo, es posible que aumente el narcotráfico y se agrave el problema de la migración ilegal", opinó Putin.
"Todo eso son amenazas para nosotros, son absolutamente reales", resaltó.
- La ofensiva talibana se intensificó desde el mismo momento en que las tropas estadounidenses iniciaron su retirada de Afganistán, que Washington tenía previsto completar el próximo 31 de agosto.
- El 15 de agosto, los insurgentes tomaron el control de la capital y dieron por finalizada su ofensiva por todo el país. El presidente Ashraf Ghani renunció a su cargo y abandonó precipitadamente el territorio afgano.