El proyecto Starlink, cuyo objetivo es proporcionar conectividad global de banda ancha a través de una constelación de satélites, ha enviado 100.000 terminales a usuarios que adquirieron el servicio, afirmó Elon Musk.
Starlink ahora cuenta con varios usuarios en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y 10 países europeos. Asimismo, tiene previsto ampliar su lista de países y la cobertura de su red: "Nuestras solicitudes de licencia están pendientes en muchos países. ¡Esperamos prestar servicios en toda la Tierra!", señaló el empresario.
La constelación de Internet operada por SpaceX comenzó a lanzar satélites en noviembre del 2019 y abrió su programa beta de 99 dólares al mes para clientes selectos un año después.
Muchos de estos clientes viven en zonas remotas o rurales, donde el acceso a la banda ancha convencional es limitado o inexistente. Los usuarios pagan un coste inicial de 499 dólares por el servicio, que incluye un kit: un terminal de usuario, un router Wi-Fi, una fuente de alimentación, cables y un trípode de montaje.
La velocidad de datos de Starlink en comparación con los proveedores de Internet existentes en lo que normalmente serían áreas con servicios deficientes es suficiente para entusiasmar a la gente para suscribirse al servicio.
Por otro lado, SpaceX también está explorando el uso de Starlink para proporcionar conectividad a Internet en vuelo, asociándose con aerolíneas.