Una escuela secundaria pública del estado de Washington, EE.UU., está obligando a utilizar monitores de seguimiento de tobillo a los estudiantes que forman parte de un equipo deportivo y a sus entrenadores, con el fin de rastrear los contactos en caso de un posible brote de covid-19 en el territorio del establecimiento educativo, informa el portal The Post Millenial.
El distrito escolar de la ciudad de Eatonville ha confirmado esa información y que los dispositivos se están usando en Eatonville High School. El distrito señala que dichos monitores no transmiten las ubicaciones de los usuarios y que únicamente rastrean la proximidad de los jugadores entre sí y el tiempo que permanecen cerca.
"Estamos utilizando estos monitores para deportes de alto y moderado contacto en interiores. Los dispositivos son tanto para entrenadores como para los estudiantes en el campo de juego, independientemente de si están vacunados o no", señaló el distrito escolar en un comunicado citado por la prensa local. "Si un deportista o entrenador da positivo, tendremos información inmediata sobre los contactos para poder determinar con mayor precisión quién podría requerir la cuarentena", agregó.
La controversia
Si bien la escuela asegura que notificó sobre el uso de los rastreadores a los padres y que solicitaron su consentimiento, una mujer alega que no se le informó ni firmó ninguna autorización. Además, denunció que su hija fue obligada a colocarse el dispositivo como condición para entrenar con el equipo de voleibol. La madre dice que habló con un director deportivo de la escuela, y que este se disculpó por el "desliz" de no haber obtenido su consentimiento.
La mujer también reveló que el personal de Eatonville High School, pidió a su hija que se quitara el rastreador del tobillo antes de que su madre lo viera, y que podía fotografiar el aparato solo en la mano del entrenador. Asimismo, dijo que la disposición de la escuela establece que, de llegarse a registrar un caso positivo de covid-19, los estudiantes que no se hayan vacunado tendrán que someterse a una cuarenta de hasta 14 días, mientras que los vacunados quedarán exentos del aislamiento.