En un nuevo estudio basado en observaciones del telescopio espacial Hubble de la NASA, científicos han revelado que el cometa ATLAS, que se desintegró a mediados del año 2020, podría haber formado parte de un objeto más masivo que hace 5.000 años pasó a menos de 37 millones de kilómetros del Sol, una distancia inferior a la que separa a Mercurio de nuestro astro.
ATLAS se desintegró en muchos pequeños fragmentos de hielo a mediados de 2020, pero eso no impidió a los astrónomos estudiar la naturaleza del objeto y averiguar su origen y trayectoria. El astrónomo Quanzhi Ye, de la Universidad de Maryland en College Park, y su equipo sugirieron en la nueva investigación que ATLAS es un fragmento de aquel antiguo visitante del sistema solar.
No obstante, sorprendentemente, ATLAS se desintegró cuando estaba más lejos del Sol que la Tierra, a una distancia de más de 160 millones de kilómetros, mucho más grande que la que alcanzó su cometa predecesor al sobrevolar el Sol. Ye dijo que "esto acentúa su extrañeza", ya que se supone que ambos objetos tienen una composición idéntica.
"Si se rompió a tal distancia del Sol, ¿cómo sobrevivió al último paso alrededor del Sol hace 5.000 años? Esta es la gran pregunta", dijo Ye.
En el nuevo artículo, publicado en The Astronomical Journal, tras un año de análisis Ye y sus colegas informaron de que un fragmento de ATLAS se desintegró en cuestión de días, mientras que otro duró semanas. "Esto nos indica que una parte del núcleo era más fuerte que la otra", dijo.
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