El pasado martes, la cadena de comida rápida McDonald's informó que sus casi 1.300 locales repartidos por el Reino Unido se han quedado sin batidos y sin refrescos embotellados ante la falta de suministros provocada por el Brexit y la pandemia de covid-19.
"Como la mayoría de los minoristas, actualmente estamos experimentando algunos problemas en la cadena de suministro, lo que afecta la disponibilidad de una pequeña cantidad de productos", señaló un portavoz de la compañía en declaraciones recogidas por Reuters.
Sucede que, desde la entrada en vigor del Brexit el 1 de enero, las empresas británicas tuvieron que abstenerse de emplear a personas de la Unión Europea que no tengan un visado de trabajo o que no sean residentes permanentes en el Reino Unido. Esto ha traído como consecuencia un déficit de trabajadores de la industria alimentaria y de transportistas. De hecho, la Asociación de Transporte por Carretera advirtió en julio que el país necesita unos 100.000 conductores adicionales y exigió al Gobierno que facilite la contratación de trabajadores extranjeros. Según la Asociación, alrededor de 30.000 conductores europeos han dejado de operar en el Reino Unido desde inicios del año.
Por otro lado, la pandemia de covid-19 también ha causado estragos en el sector y se han suspendido miles de exámenes de conducción para nuevos transportistas.
No solo McDonald's ha experimentado dificultades con el suministro de productos. La semana pasada, la cadena de restaurantes Nando's se vio obligada a cerrar temporalmente más de 40 establecimientos en el país tras quedarse sin pollo, mientras que el eterno rival de McDonald's, KFC, informó de una escasez de materiales para el empaquetado de sus alimentos.