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Autoridades regionales denuncian el fracaso del gobierno de Piñera para frenar la crisis migratoria en la frontera chilena
En lo que va de 2021 se ha producido el fallecimiento de 11 migrantes que intentaban atravesar de manera irregular la frontera.
En Chile aumentan las tensiones entre el gobierno central y las regiones fronterizas ante el aumento del flujo de migrantes irregulares. Desde la región de Tarapacá denuncian el fracaso del gobierno de Sebastián Piñera para atender la crisis migratoria, en concreto con el despliegue de las fuerzas armadas en el punto transitorio de Colchane.
El gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal, mantiene una "opinión bastante crítica" y sostiene que la decisión de lanzar el programa para poner orden a nivel fronterizo "no generó ningún impacto" dentro de su territorio: "Nosotros creemos que el plan ha sido un fracaso del gobierno de Piñera", afirma.
Javier García, alcalde de Colchane, uno de los municipios más afectados por la actual crisis cree que "el plan Colchane no existe". Cuenta que "sí se ha militarizado la frontera, pero el ejército lo que ha hecho en la práctica es controlar la movilidad o el desplazamiento" de los "pobladores chilenos" y denuncia que no haya "una acción concreta que impida el ingreso de inmigrantes".
11 migrantes venezolanos fallecidos
Además, la irritación con la política de Piñera se ha agudizado con la muerte de un migrante venezolano que intentó cruzar a pie la frontera próxima a Colchane. El hombre, de 56 años, falleció cuando intentaba entrar a Chile desde Bolivia a través de esta fría región del altiplano.
En total, ya son 11 los migrantes fallecidos en este paso no habilitado en lo que va de 2021.
Incomodidad e inseguridad
Además, preocupa que de los 6.000 migrantes que se calcula que han ingresado en el país de manera irregular desde que empezó el año, más de 2.000 son niños, muchos de ellos no acompañados.
La situación está afectando a la población local, como denuncia el periodista Rodrigo Martínez, que cuentan cómo movidos por la necesidad de cubrir necesidades básicas, como el hambre o el frío, algunos migrantes están entrando en casas de los habitantes locales.
Aunque la mayoría ocupa el espacio público: las calles, las avenidas, plazas o playas. "No hay ningún servicio básico para ellos, no hay baños, cocinan a la intemperie. Es lo que, de una manera u otra, está causando en la población cierta preocupación y hay indignación por la falta de respuesta por parte de las autoridades, tanto del gobierno regional como nacional al respecto", relata Martínez.
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