Kenneth McKenzie Jr., jefe del Mando Central de EE.UU. (CENTCOM) declaró este jueves que el ataque en el aeropuerto de Kabul fue llevado a cabo por dos terroristas suicidas considerados del Estado Islámico, recoge Reuters.
El general detalló que el atentado fue seguido de un tiroteo y agregó que el país norteamericano está preparado para actuar contra los responsables de los ataques, que costaron la vida a al menos 60 personas y dejaron 210 heridos, según los datos del Ministerio de Salud afgano. Según declaró el Pentágono, al menos 12 efectivos estadounidenses murieron y 15 resultaron heridos en el ataque.
El alto funcionario informó que los terroristas suicidas detonaron sus bombas en medio de una multitud frente a Abbey Gate, una de las puertas de acceso al aeropuerto. Señaló que a pesar de los atentados las evacuaciones de Afganistán continúan, agregando que se estima que unos 1.000 ciudadanos estadounidenses siguen en el país.
Además, apuntó que Washington esperaba un ataque de este tipo "en algún momento" y a primera hora del jueves pidió a los afganos que evitaran la zona del aeropuerto debido a las "amenazas creíbles". "La prioridad es evitar nuevos atentados", dijo, y lamentó que una "brecha" haya permitido al primer terrorista acercarse mucho a los soldados estadounidenses que estaban a punto de registrarlo cuando detonó su bomba.
"Esperamos que estos ataques continúen", señaló McKenzie e informó que EE.UU. pidió a los comandantes talibanes* que tomen medidas de seguridad adicionales para evitar otro atentado suicida en el perímetro del aeropuerto de la capital de Afganistán. Al mismo tiempo, subrayó que no hay indicios de que los talibanes permitieran que ocurrieran los ataques de este jueves.
Por su parte, la organización terrorista Estado Islámico se ha atribuido el ataque terrorista perpetrado a la entrada del aeropuerto.
En opinión de Carlos Alberto Pereyra Mele, analista político y director de Dossier Geopolítico, los atentados terroristas solo "aceleran" la retirada de los estadounidenses de Afganistán, dejando "el territorio librado a posibles nuevas acciones de desestabilización".