El gobernador del estado de Virginia (EE.UU.), Ralph Northam, otorgó este martes indultos póstumos a siete hombres negros que fueron ejecutados por la presunta violación de una mujer blanca en 1951. El caso atrajo peticiones de clemencia en todo el mundo y en los últimos años ha sido denunciado como un ejemplo de discriminación racial y disparidad en la aplicación de la pena de muerte en EE.UU.
Los indultos se anunciaron después de una reunión del gobernador con casi una docena de descendientes de los hombres condenados y sus defensores, quienes en diciembre, hicieron una petición a Northam para que emitiera indultos póstumos, en relación a la injusticia de sus juicios y el castigo extremo al que fueron sometidos.
Los 'Siete de Martinsville', como se conoció a los hombres, fueron condenados por violar a Ruby Stroud Floyd, de 32 años, el 8 de enero de 1949.
Los siete individuos fueron declarados culpables y condenados a muerte en un plazo de ocho días. Cuatro de ellos fueron ejecutados en la silla eléctrica el 2 de febrero de 1951 y tres días después, los tres restantes también fueron electrocutados. Se trata del grupo más grande de personas ejecutadas por un delito de una sola víctima en la historia de Virginia.
Cada uno fue juzgado por tribunales compuestos en su totalidad por hombres blancos. Algunos incluso estaban incapacitados en el momento de sus arrestos, no todos pudieron leer las confesiones que firmaron, y ninguno de ellos tenía un abogado cuando fueron interrogados, mencionó el gobernador en un comunicado.
En ese momento, la violación era un delito capital. Sin embargo, la pena de muerte por violación se aplicaba casi exclusivamente a los negros, señaló Northam. Desde 1908, cuando Virginia comenzó a usar la silla eléctrica, hasta 1951, los registros estatales muestran que las 45 personas ejecutadas por violación eran negras.
De acuerdo con el comunicado, si bien estos indultos no abordan la culpabilidad de los hombres, reconocen que los individuos fueron juzgados sin el debido proceso y que recibieron una sentencia de muerte por prejuicios raciales que no se aplicó de manera similar a los acusados blancos.
"Se trata de corregir los errores", expresó el gobernador. "Todos merecemos un sistema de justicia penal que sea justo, equitativo y que funcione bien, sin importar quién sea o qué aspecto tenga. Agradezco a los defensores y las familias de los 'Siete de Martinsville' por su dedicación y perseverancia. Si bien no podemos cambiar el pasado, espero que la acción de hoy les brinde una pequeña medida de paz", añadió.
Desde 2018, Northam ha otorgado un total de 604 indultos, asimismo, en marzo firmó una legislación que abolía la pena de muerte en el estado. Fue un cambio dramático para Virginia, un estado que alcanzó el segundo mayor número de ejecuciones en EE.UU.