"¿Hasta qué punto la obesidad es una responsabilidad individual?": Así es como estas ciudades neerlandesas pretenden prohibir la comida chatarra
Cinco ciudades neerlandesas enviaron una carta al secretario de Estado de Sanidad, Paul Blokhuis, en la que piden más recursos para frenar la proliferación de restaurantes de comida rápida con el objetivo de combatir la obesidad entre los ciudadanos.
Ahora, en entrevista con medios locales, la profesora asociada de la Universidad de Ámsterdam, Anniek de Ruijter, reflexiona sobre esta problemática y sobre las dificultades a las que se enfrentan la capital y las ciudades de La Haya, Rotterdam, Utrecht y Ede para resolverla.
"Es una discusión políticamente complicada", señala De Ruijter. "Se trata de la cuestión de hasta dónde llega la libertad individual en relación con la tarea pública. También puede darse la vuelta a la pregunta: ¿hasta qué punto la obesidad sigue siendo una responsabilidad individual? Las investigaciones muestran que el suministro de alimentos en su área influye en su elección de comida".
En la carta, estas ciudades piden más recursos para frenar la proliferación de restaurantes de comida rápida y buscan que se modifique la Ley del Medio Ambiente para que el entorno alimentario forme parte de la definición de entorno físico seguro y saludable y, por lo tanto, sea susceptible de regulación.
"Debido a que vemos la comida como una elección individual, no es posible que los municipios y los gobiernos intervengan a través de la Ley de Medio Ambiente", explica De Ruijter, añadiendo que "depende del Gobierno hacer algo al respecto".
Según la profesora, "ahora los municipios tienen que buscar otros argumentos para rechazar algo. La verdadera razón para, por ejemplo, no otorgar un permiso [de restaurante de comida chatarra], es decir, la salud de las personas, debe entonces ocultarse", pues actualmente no hay bases legales para negar una licencia por ese motivo.
Sin embargo, algunos no se muestran tan entusiasmados con estas ideas de cambio. Tal es el caso del dueño de la cafetería Chris Burgers, en el municipio de Ede, que desde que se enteró de esta noticia le preocupa que pronto tenga que cerrar su negocio familiar.
"La salud es importante, lo entiendo, pero en última instancia, la responsabilidad es de la gente", argumenta el hostelero. "Si la quitas de aquí [la comida chatarra], la gente la obtendrá a tres cuadras de distancia. Al final, se la comerán de todos modos".
El hombre explica que en su cafetería también se ofrece un sándwich de queso y un plato con muchas verduras, pero la gente finalmente quiere papas fritas y una croqueta.
"Y una croqueta a la semana debería ser posible, ¿no?", concluye.