Esta jornada, en México, empieza la segunda fase del diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición. En el encuentro, el presidente Nicolás Maduro promueve las exigencias económicas del país, como el levantamiento de las sanciones estadounidenses.
La reunión también se lleva a cabo poco después de que la oposición radical considere postularse a los comicios regionales de noviembre tras tres años de ausencia.
Con el anuncio de la participación del ala 'extremista' de la oposición venezolana en las elecciones regionales del próximo 21 de noviembre, podría configurarse un escenario político distinto al que ha caracterizado al país en los últimos años.
Hasta la fecha, este sector se ha pronunciado en contra de cualquier iniciativa que convoque al diálogo o a las elecciones y se han manifestado a favor de la iniciativa del poder dual que ha emprendido EE.UU. para derrocar al Gobierno venezolano.
¿Fin de una etapa?
En opinión del sociólogo y analista político Damián Alifa, "esto marca el fin de una etapa de conflicto en Venezuela que había iniciado en 2019 con la instalación, o el intento de instalación de un gobierno paralelo".
A su vez, el analista internacional Vladimir Adrianza destaca que "la oposición en Venezuela, todos los grupos de la oposición, que no son pocos, nos han tenido acostumbrados a cambiar las reglas de juego, o a levantarse de la mesa al último momento".
"En este momento todavía es prematuro, es decir, si ellos de verdad van a participar en las elecciones o no, habrá que esperar a los días previos al 21 de noviembre para poder ver que eso se consume", señala Adrianza.
'Un desmontaje aparatoso'
A pesar de que el denominado G4, instancia que agrupa a los partidos políticos que conforman este sector radical, se manifestaron a favor de sumarse a la contienda electoral, minutos después el dirigente Juan Guaidó aseguró a través de su cuenta en Twitter que no están dadas las condiciones para un proceso como este.
"Yo creo que el desmontaje de eso que se llama el gobierno interino va a ser bastante aparatoso, no va a ser sencillo", opina Alifa.
Para el analista, "el Gobierno venezolano le está poniendo a EE.UU. y a Europa, especialmente, en la mesa de negociación una oportunidad de oro para lograr una salida elegante de eso que fue ese proceso de gobierno interino fallido".
Optimismo y estabilidad
El presidente Nicolás Maduro se ha mostrado optimista respecto al tema. Durante un acto público, aseguró que la participación de todos los sectores de la vida nacional en el proceso electoral podría garantizar la estabilidad política del país hasta el año 2030.
"Es importante ver en estos elementos, es que más allá del optimismo es la conveniencia. EE.UU. está pasando ahora un momento sumamente malo. Tiene una deuda de 28,6 billones de dólares. Está perdiendo su hegemonía a nivel internacional. Tiene graves problemas en el país en materia de orden social. Y encima de eso, acaba de salir con las tablas en la cabeza de Afganistán", argumenta Adrianza.
El analista concluye que "evidentemente no es buen momento para que ellos se entusiasmaran en una política al estilo de Donald Trump para agredir a un país como Venezuela".
A medida que los actores políticos definen sus estrategias en esta oportunidad para conquistar el voto de los venezolanos, el Consejo Nacional Electoral continúa avanzando en el desarrollo del cronograma para garantizar la ejecución de los comicios.
En total, 21.159.846 venezolanos están aptos para ejercer su derecho al sufragio en una contienda que va más allá de definir quiénes ocuparán los cargos en alcaldías y gobernaciones.
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