Tras la caótica retirada de Estados Unidos, existe probabilidad de que Afganistán caiga en una guerra civil, según ha afirmado el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley.
"Mi estimación militar es... que es probable que se desarrollen las condiciones de una guerra civil", aseveró el general durante una entrevista con Fox News.
Después de su toma de control relámpago de Afganistán, los talibanes ahora controlan la mayor parte del país, excepto los últimos focos de resistencia en el valle de Panjshir. Así, continúan los fuertes enfrentamientos en la región estratégica, a pesar de que ambas partes insisten en tener ventaja y afirman haber infligido grandes pérdidas a sus enemigos.
Al respecto, Milley expresó dudas de que los talibanes puedan establecer un gobierno sostenible y advirtió que el vacío de poder y el caos podrían llevar al resurgimiento de Al Qaeda, el Estado Islámico y "otra miríada" de grupos terroristas.
"Se podría ver un resurgimiento del terrorismo proveniente de esa región en general dentro de 12, 24, 36 meses. Y vamos a monitorear eso", agregó el alto cargo militar.
Para mantener a EE.UU. 'a salvo', la Administración del presidente Joe Biden prometió anteriormente continuar con las misiones antiterroristas, pero el jefe del Estado Mayor admitió que sin tropas en el terreno y capacidades de recopilación de información paralizadas, Washington "tendrá que restablecer algunas redes de inteligencia humana".
"Y luego, a medida que se presenten las oportunidades, tendremos que continuar realizando operaciones de ataque si existe una amenaza para Estados Unidos", señaló el principal general del Pentágono.
El valle de la resistencia
Mientras tanto, continúa el enfrentamiento entre los talibanes y la resistencia de Panjshir, que se ha ido gestando desde mediados de agosto. El valle está ubicado al norte de Kabul y controla una ruta estratégica clave hacia el este de Afganistán. La región fue convertida en una provincia separada por el Gobierno afgano respaldado por EE.UU. después de que los talibanes fueran derrocados en 2001.
El valle de Panjshir es el lugar de concentración de las fuerzas lideradas por Ahmad Masud, formadas en su mayoría por exintegrantes del Ejército afgano y de servicios especiales constituidos durante la ocupación estadounidense. La región fue antes bastión de los combatientes que, bajo la dirección del héroe nacional Ahmad Shah Masud —padre de Ahmad Masud—, se opusieron a los militares soviéticos en la década de 1980 y luego a los talibanes ya antes de 2001.