Los discursos antidemocráticos del martes del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, con duras amenazas a la Corte Suprema y al Tribunal Electoral han generado una turbulencia política en Brasil y se ha intensificado la idea de un proceso de 'impeachment' contra él.
Los analistas concuerdan que el presidente traspasó "las cuatro líneas de la Constitución", a las que tanto hace referencia Bolsonaro, al declarar que no acatará más decisiones de Alexandre de Moraes, el juez que ordenó investigarlo por "calumnia e incitación al crimen" y por "difundir noticias falsas".
Este miércoles, el presidente de la Corte Suprema, Luiz Fux, responderá a los ataques del ultraderechista. Los especialistas creen que el juez dejará claro que si Bolsonaro no respeta las decisiones de los magistrados incurrirá en un delito de responsabilidad, que podrá dar lugar a una solicitud de 'impeachment'.
La crisis institucional en Brasil se intensificó hace semanas cuando Bolsonaro amenazó con no celebrar las elecciones presidenciales de octubre de 2022 si el sistema de voto electrónico, que considera fraudulento, no se modificaba. La propuesta fue denegada.
Aquella amenaza empujó al Supremo Tribunal Electoral (STE) a abrir una investigación contra él, que se suma a las otras cuatro que ya tramita la Corte Suprema desde hace más de un año.
"Defensa a la democracia"
Los comentarios de Bolsonaro han provocado una firme reacción por parte del presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, quien en respuesta canceló las sesiones plenarias que debían ser realizadas estos próximos días.
Por su parte, el senador Randolfe Rodrigues ya presentó la primera denuncia ante la Corte contra el presidente por "atentar contra el orden constitucional".
Además, por primera vez, partidos ajenos a la izquierda, como el PSDB, el PSD, Solidariedade o MDB, barajan la hipótesis de un juicio político.
También el presidente de la Ordem dos Advogados do Brasil (OAB), Felipe Santa Cruz, pidió la reacción del Congreso. "Llegó el momento histórico de que los presidente de la Cámara [Arthur Lira] y del Senado [Rodrigo Pacheco] se posicionen. La sociedad espera una actitud firme de defensa a la democracia amenazada", dijo.
El abogado hizo hincapié en que Bolsonaro usó dinero público para transformar el día nacional en un evento particular, un hecho por lo que ha sido ampliamente criticado y por el que se le podría abrir otro proceso.
A pesar de que el presidente está cada vez más aislado, los analistas apuntan que es muy poco probable que Lira, presidente de la Cámara y aliado de Bolsonaro, acepte una solicitud de 'impeachment'.
Bolsonaro tiene más de 130 pedidos de 'impeachment' en su contra y ninguno ha prosperado. En el hipotético caso de que Lira lo aceptase debería mandarlo a una comisión especial y luego al plenario de la Cámara. Serían necesarios 342 de los 513 diputados para que pasase al Senado.
"No veo que hay un clima de 'impeachment' contra el presidente (...) creo que el Gobierno tiene una mayoría confortable de más de 200 diputados. No es una mayoría para aprobar grandes proyectos, pero es una mayoría capaz de impedir algún proceso que prospera contra la persona del presidente", comentó este miércoles el vicepresidente, Hamilton Mourao.
El analista político Carlos Alberto Almeida opina que las últimas declaraciones de Bolsonaro se pueden considerar como crímenes de responsabilidad, lo que crearía la base para dar inicio a un proceso de destitución.
Marta Miera
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