Este lunes fue presentado oficialmente en Moscú el prototipo del 'vodorobus', un autobús propulsado por hidrógeno (su nombre proviene de la unión del nombre del elemento en ruso y la palabra autobús), que estará durante un año en periodo de prueba en la capital rusa.
La principal ventaja del vehículo frente a los autobuses eléctricos será su autonomía: se pasará de los 70 km a los 250 km, lo que lo hace adecuado para viajes de larga distancia, señaló Serguéi Chemezov, director de Rostec, corporación rusa de la cual es parte Kamaz, el fabricante del vehículo.