Documentos desclasificados revelan que Australia ayudó a la CIA en el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile
Documentos desclasificados del Gobierno australiano revelan que ese país ayudó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. en el golpe de Estado contra el presidente chileno Salvador Allende, ocurrido el 11 de septiembre de 1973.
Años atrás se conoció, según documentos desclasificados entregados al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y publicados por el Archivo de Seguridad Nacional de EE.UU., que Washington intervino en la desestabilización del Gobierno de Allende y en su derrocamiento, y que, además, colaboró con la posterior dictadura militar que encabezó el golpista Augusto Pinochet.
Ahora, justo en la víspera de conmemorarse los 48 años del golpe de Estado, salen a la luz los nuevos documentos, publicados también por el Archivo Nacional de Seguridad, que prueban que espías del Servicio de Inteligencia Secreto Australiano (ASIS, por sus siglas en inglés), a instancias de la CIA, establecieron una base en Santiago para ayudar en la desestabilización del Gobierno chileno.
Según indican los informes, luego de una solicitud de apoyo de la CIA en el otoño de 1970, el ministro de Relaciones Exteriores del Partido Liberal, William 'Billy' McMahon, aprobó a los funcionarios del ASIS –que en la que en los documentos aparece con el nombre 'MO9'–, la apertura en secreto de una base en la capital chilena.
En la primavera y el verano de 1971, los agentes del ASIS enviaron agentes y equipo a Chile para organizar la base. La estación habría funcionado durante aproximadamente 18 meses, hasta 1973, e involucró a varios chilenos reclutados por la CIA en Santiago e incluyó la presentación de informes de inteligencia en la sede de la CIA en Langley, Virginia.
La orden de disolver las operaciones
Ese año, el entonces primer ministro, el laborista Gough Whitlam, elegido en diciembre de 1972, ordenó al director del ASIS para la época, William Robertson, disolver las operaciones del servicio en Chile.
La base del ASIS en Santiago habría cerrado en julio de 1973; sin embargo, según los informes, un agente del servicio de inteligencia australiano permaneció en Santiago hasta después del golpe de Estado.
"Todos los registros restantes de la estación, etc. han sido destruidos. La estación se ha cerrado como estaba previsto", se afirmó en un cable enviado desde Santiago.
Según uno de los memorandos de conversación desclasificados, escrito por Robertson, Whitlam estaba "incómodo" con la participación de Australia, porque si se hacían públicas estas operaciones le resultaría "extremadamente difícil" justificar su presencia allí.
En otro informe también se señala que el primer ministro "estaba muy consciente de la importancia de esta (operación) para los estadounidenses" y "estaba muy preocupado de que la CIA no debería interpretar esta decisión (del cierre de la base) como un gesto hostil hacia los EE.UU. en general o hacia la CIA en particular".
La petición para liberar los documentos
La desclasificación de estos documentos se da como resultado de una serie de peticiones de libertad de información presentadas por Clinton Fernandes, exanalista de inteligencia del Ejército australiano y profesor de estudios internacionales y políticos en la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Canberra.
Fernandes incluso ha recurrido ante el Tribunal Administrativo de Apelaciones (AAT, por sus siglas en inglés) para que se liberen archivos históricos de seguridad nacional sobre operaciones secretas del ASIS en Indonesia, Camboya y Chile. Esto, ante las decisiones tomadas por los Archivos Nacionales de Australia de mantener en secreto esos documentos históricos.
"Muchos australianos tendrían derecho a expresar una preocupación legítima si ASIS fuera expuesto por haber cooperado con la CIA para derrocar al gobierno democráticamente elegido de Chile, dirigido por el presidente Salvador Allende", dijo Fernandes en un escrito legal presentado al AAT en mayo pasado.
En una audiencia a puerta cerrada del tribunal, ocurrida en junio pasado, funcionarios del Gobierno entregaron a Fernandes cientos de registros que datan de fines de 1970 hasta mediados de 1973, relacionados con la apertura, administración y cierre de la estación de ASIS en Santiago. Actualmente, el tribunal analiza si debe obligar al Gobierno a publicar más registros históricos sobre Chile.
Con esta nueva revelación se confirma, una vez más, el esfuerzo que hicieron en conjunto varios países para desestabilizar al Gobierno de Unidad Popular de Allende en Chile.
En marzo pasado, fueron desclasificados otros documentos que revelaron cómo la dictadura militar de Brasil intervino junto a EE.UU. contra el Gobierno de Allende.