El Ministerio de Exteriores de Francia expuso su descontento por la decisión del Gobierno australiano de poner fin a un programa de dotación de submarinos por parte de la empresa francesa Naval Group, que preveía la construcción de una flota de 12 sumergibles convencionales en el marco de un contrato multimillonario, estimado en unos 66.000 millones de dólares.
Este miércoles, el presidente de EE.UU. y los primeros ministros del Reino Unido y Australia anunciaron la creación de una alianza trilateral de seguridad en el Indo-Pacífico, que implica proveer a esa nación de submarinos de propulsión nuclear. Tras el anuncio, el primer ministro australiano, Scott Morrison, confirmó que el nuevo formato de cooperación con EE.UU. conllevará la rescisión del programa de submarinos suscrito con Francia.
"Compartimos una profunda pasión por nuestra familia del Pacífico y un profundo compromiso, y espero que así continuemos una vez que hayamos superado lo que obviamente es una decisión muy difícil y decepcionante para Francia", declaró Morrison ante los periodistas. "Lo comprendo, lo respeto, pero como primer ministro debo tomar decisiones que respondan a los intereses de seguridad nacional de Australia", agregó.
El Gobierno francés tachó la decisión de "lamentable" y "contraria a la letra y al espíritu de la cooperación que prevalecía" entre ambos países, y declaró que la "elección estadounidense de excluir a un aliado y socio europeo como Francia" de una alianza estratégica con Australia, cuando se afrontan "desafíos sin precedentes" en el Indo-Pacífico, "muestra una falta de coherencia que Francia no puede sino constatar y lamentar".
En un comunicado emitido al respecto, París aseguró que como única nación europea presente en el Indo-Pacífico mantendrá sus compromisos en la región, en pos de la libertad y soberanía de todos, pero señaló que con esto surge la necesidad de "plantear la cuestión de la autonomía estratégica europea". "No hay otra forma creíble de defender nuestros intereses y valores en el mundo, incluido el Indo-Pacífico", subrayó.
Naval Group también lamentó la decisión de Australia de cesar la cooperación mutua, paso que calificó como "una gran decepción".
Morrison, por su parte, enfatizó que la determinación de optar por submarinos de propulsión nuclear, en lugar de los convencionales, "no es un cambio de opinión, sino un cambio de necesidad".
"Los australianos esperarían de mí, como primer ministro, garantizar que tengamos la mejor capacidad posible para mantenerlos a salvo y no poner pegamentos para conseguirlo tan bien como se pueda, y eso es lo que he hecho", argumentó.