El Gobierno de Australia ha anunciado este jueves que el país espera recibir al menos ocho submarinos con propulsión nuclear en el marco de la nueva alianza de seguridad AUKUS, en la que también participan EE.UU. y el Reino Unido.
En paralelo, el Ejecutivo reiteró su compromiso de no proliferación nuclear y aseguró que no va a adquirir armas de este tipo.
Por otra parte, Canberra decidió anular su contrato con la empresa francesa Naval Group que preveía la construcción de una flota de 12 sumergibles convencionales por un valor de 66.000 millones de dólares.