La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, publicó este jueves una carta en la que negó estar "jaqueando" al presidente Alberto Fernández, y vinculó la crisis política a una "derrota electoral sin precedentes".
La exmandataria señaló que el descontento reflejado en las urnas se debe a las demandas más urgentes de la población que, a su criterio, no están siendo atendidas en tiempo y forma, debido a que hay funcionarios que no cumplen su función como deberían.
"Siempre le plantee al Presidente lo que para mí constituía una delicada situación social y que se traducía, entre otras cosas, en atraso salarial, descontrol de precios -especialmente en alimentos y remedios- y falta de trabajo, sin desconocer, obviamente, el impacto de las dos pandemias: la macrista primero y la sanitaria a los 99 días de haber asumido el gobierno. Igualmente siempre remarqué la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno", manifestó en el texto que compartió desde su cuenta de Twitter.
Y continuó: "También señalé que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo… y no sólo al Presidente de la Nación".
Según describió la vicepresidenta, ante esas advertencias "la respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar "muy bien" las elecciones", dijo. Y añadió: 'Mi respuesta, invariablemente, era 'no leo encuestas… leo economía y política y trato de ver la realidad'".
De acuerdo al análisis de la exjefa de Estado, el peronismo sufrió el pasado domingo "una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes". A ese resultado, y no a una avanzada del kirchnerismo contra los funcionarios cercanos al presidente, como plantea la prensa, atribuye la jefa del Senado la crisis institucional que atraviesa por estas horas la Casa Rosada.
"Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido pero 'muteado' (silenciado) y leo un 'graph' (gráfica de TV): 'Alberto jaqueado por Cristina'. No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad".
En la misiva, Cristina Fernández negó que haya pedido la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, y cuestionó duramente al vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, por prestarse a supuestas "operaciones de prensa" que perjudican al propio espacio.
Por último, dejó un mensaje para el electorado de cara a las elecciones legislativas generales que se realizarán en noviembre: "Estoy convencida que será imposible solucionar los problemas que dejó el macrismo -de bajos salarios, altísima inflación, endeudamiento vertiginoso con acreedores privados y la vuelta del FMI- votando al macrismo o sus ideas".
Este miércoles, una decena de funcionarios que responden a la expresidenta pusieron su renuncia a disposición del jefe del Ejecutivo, con el objetivo de forzar la salida de algunos miembros del Gabinete que "no funcionan", algo que viene planteando Cristina Fernández desde octubre de 2020.