La formación de la alianza AUKUS entre Australia, Reino Unido y EE.UU., en el marco de la cual el país oceánico recibirá las tecnologías necesarias para dotarse de submarinos de propulsión nuclear, haciendo nulo un contrato multimillonario con Francia, derivó esta semana en una crisis sin precedentes en las relaciones diplomáticas entre París y los países miembros del nuevo pacto, cuyos detalles se abordaron a espaldas del presidente francés, Emmanuel Macron, durante la cumbre del G7.
Este sábado, el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, detalló que con la retirada de los embajadores franceses de EE.UU. y de Australia, París busca mostrar que tiene "un descontento muy fuerte" y que "realmente hay una grave crisis". Paralelamente, el canciller francés explicó qué París había considerado innecesario llamar a consultas a su embajador en el Reino Unido ya que conoce el "oportunismo permanente" del Gobierno británico, cuyo papel en AUKUS —subrayó— recuerda al de una "quinta rueda".
Por su parte, respondiendo a las críticas de París, el primer ministro de Australia, Scott Morrisson, insistió este domingo en que había dejado claro al presidente francés que la cancelación del contrato era una posibilidad debido a "preocupaciones profundas y graves" respecto a los submarinos franceses.
Sin espejismo ni ilusiones
Si bien la crisis parece amenazar con un deterioro irreparable de las relaciones entre Francia y sus socios, distintos expertos consideran que aún es pronto para esperar medidas drásticas por parte de París. Así, este domingo se reveló que el presidente de Francia y su homólogo estadounidense, Joe Biden, han acordado mantener una conversación telefónica en los próximos días.
Según la opinión de Serguéi Fiódorov, investigador del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias rusa, Francia no posee las capacidades militares ni económicas suficientes como para "cerrar de golpe la puerta" y salir de la OTAN.
"En Francia gobierna Macron, no De Gaulle", afirma el experto. En este sentido, estima que la política externa de Francia se centrará en Europa, por lo que empezará a promover más activamente el desarrollo de una política común europea autosuficiente de seguridad y defensa.
Al mismo tiempo, el senador ruso Serguiéi Pushkov también cree que Francia centrará su atención en el desarrollo de la defensa europea autónoma, por lo que "no se trata de momento de su retirada de la OTAN". "Un escenario más probable es que se profundicen las grietas en la alianza occidental sin que se desintegre", asegura.
"Un escenario más probable es que se profundicen las grietas en la alianza occidental sin que se desintegre"
Por su parte, el jefe del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, Andréi Kortúnov, cree que no se trata de un proceso rápido, ya que Europa podría tardar "decenas de años" en alcanzar autonomía en el ámbito de la defensa.
"Lo más importante que vemos es la destrucción del espejismo en los políticos franceses", destacó. Según el experto, la lección más importante que debe aprender París de la creación de la nueva alianza trilateral es el hecho de que, pese a sus expectativas, la Administración de Joe Biden tampoco iba a actuar en la escena mundial consultando a sus socios.
"Solo es que los intereses de EE.UU. no coinciden con los intereses de los países de Europa", añadió Kortunov.