Un equipo internacional de científicos ha identificado una nueva causa para muchos de los eventos de extinción masiva ocurridos a lo largo de la historia de la Tierra, en la que microorganismos empiezan a proliferar descontroladamente en fuentes de agua dulce y la convierten en una "sopa tóxica" que acaba con la vida, expone un reciente estudio publicado en la revista Nature Communications.
Al estudiar los registros de fósiles de rocas cerca de Sídney, Australia, los investigadores encontraron que el evento de extinción del Pérmico hace 252 millones de años —el más grande en la historia de la Tierra— parece estar relacionado con la proliferación de bacterias y algas. Si bien estos organismos son importantes para el ecosistema, si crecen sin control agotan el oxígeno e incluso pueden liberar toxinas en el agua.
Los autores explican que los tres ingredientes principales para que se forme esta "sopa tóxica" son emisiones aceleradas de gases efecto invernadero, altas temperaturas y abundancia de nutrientes. Las erupciones volcánicas de la época contribuyeron con las dos primeras condiciones, mientras que la deforestación repentina causó la tercera. Además, una vez que se rompió la cadena alimenticia, las algas y bacterias siguieron progresando, retrasando una recuperación durante millones de años.
Una misma receta
Estos eventos provocaron que en el Pérmico desaparecieran casi todas las especies en los océanos y en tierra. Pero lo que más preocupa a los científicos es que los seres humanos parecen estar siguiendo esta misma receta y las floraciones microbianas de agua dulce han ido en aumento.
"Hay muchos paralelismos con la actualidad", advirtió el investigador de la Universidad de Connecticut, Tracy Frank. El científico apuntó que "estamos viendo más y más proliferaciones de algas tóxicas en lagos y en ambientes marinos poco profundos", relacionadas con los cambios en los ecosistemas y el aumento de temperaturas por la actividad humana.
Los investigadores también han notado otras similitudes, incluidos los incendios forestales y la desestabilización de los suelos. "Una de las cosas que destruyó ecosistemas enteros fue el fuego, y lo estamos viendo ahora mismo en lugares como California. Uno se pregunta cuáles son las consecuencias a largo plazo de eventos como ese a medida que se generalizan cada vez más", comentó el geólogo Chris Fielding.
"El evento de extinción masiva de finales del Pérmico tardó cuatro millones de años en recuperarse. Eso da que pensar", reflexionó Fielding refiriéndose a que estos son síntomas claros de un ecosistema desequilibrado.