El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este lunes el contenido de una carta que envió a principios de septiembre a su homólogo estadounidense Joe Biden y declaró que las medidas para controlar el flujo migratorio no deben violar los derechos humanos ni ser coercitivas.
El mandatario mexicano señaló en la nota que "el fenómeno migratorio requiere de un tratamiento del todo nuevo". "Desde luego es necesario ordenar el flujo, evitando el desorden, la violencia y garantizando los derechos humanos; sin embargo, no debemos quedarnos solo en la aplicación de las medidas de contención y menos de carácter coercitivo", agregó.
Además, López Obrador subrayó que si EE.UU. respaldara los programas sociales 'Jóvenes construyendo el futuro' y 'Sembrando Vida' –que el país latinoamericano actualmente está llevando a cabo en el estado de Chiapas–, eso beneficiaría a miles de habitantes de Centroamérica. "En suma, con estos dos programas, estaríamos atendiendo en menos de 6 meses a 330.000 personas que verían como una esperanza esta acción conjunta de los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Estados Unidos", apuntó.
Por su parte, EE.UU. comenzó el pasado domingo la deportación a los países de origen de unos 15.000 inmigrantes, en su mayoría haitianos, de la frontera entre el estado de Texas y México, informa AFP. "Nuestras fronteras no están abiertas y los inmigrantes están sujetos a restricciones fronterizas, incluida la deportación. La inmigración irregular supone una importante amenaza para la salud y el bienestar de las comunidades fronterizas y para la vida de los propios inmigrantes, y no debe producirse", afirmaron desde el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense en su cuenta de Twitter.