El enfoque de las relaciones entre Venezuela y Perú ha causado controversia en el seno del gabinete peruano luego de que el presidente del Consejo de Ministros peruano, Guido Bellido, le saliera al paso y desmintiera unas declaraciones del vicecanciller Luis Enrique Chávez, quien afirmó que Lima no reconoce a las "autoridades legítimas" de Caracas.
Durante la inauguración de una oficina de Migraciones en la capital peruana, el viceministro de Relaciones Exteriores dijo a los medios que desde el 5 de enero de este año —cuando tomó posesión la nueva Asamblea Nacional venezolana y el Grupo de Lima emitió su última declaración para desconocerla—,"en Venezuela no hay autoridades legítimas".
Al ser repreguntado, Chávez ratificó: "Esa es la posición del Perú, si ustedes desean otro matiz, ya no es esa posición. En este momento, la posición del Perú, reitero, es que desde el 5 de enero no reconoce ninguna autoridad legítima en Venezuela", señaló.
Estas afirmaciones fueron desmentidas por Bellido, quien aclaró en un tuit que lo expresado por Chávez "no es la postura del Gobierno" y que el presidente peruano, Pedro Castillo, tuvo una reunión con su par, Nicolás Maduro, en el marco de la 6.ª Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) "para solucionar la crisis migratoria". "Si al canciller o a su adjunto no le gusta, tienen las puertas abiertas", agregó.
Visiones encontradas
Las declaraciones de la autoridad diplomática se contradicen con las del propio mandatario peruano, que expresó durante su discurso en la Celac que Lima "sostiene y sostendrá relaciones diplomáticas con todos los países de América Latina y del mundo sin ninguna discriminación".
"Es momento de pasar a la acción, es tiempo de pasar de los discursos a la acción. Unidos todos, desunidos nada", agregó Castillo en su intervención, lo que apunta hacia una nueva relación con países como Venezuela, con el que ha habido años de tensiones tras el desconocimiento de sus instituciones y temas migratorios.
Esta postura de Castillo contrasta con la expresada por Perú con respecto a Venezuela en los últimos años. Lima no reconoció la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana, en 2017; la legitimidad de Maduro, tras ser reelecto en 2018, ni la validez de los comicios posteriores donde se eligieron a autoridades locales y miembros del Parlamento.
Las relaciones entre ambos países llegaron a su punto más bajo tras la conformación del Grupo de Lima (2017), un cónclave surgido en la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) con la finalidad de "resolver la crisis venezolana", a través de medidas y mecanismos regionales que buscaban deponer al mandatario venezolano.
El destino de ese grupo, que emitió su última declaración en contra de la recién electa Asamblea Nacional venezolana este año, pareció desdibujarse luego de que los gobiernos progresistas de países como Argentina, México y Bolivia se desmarcaran de él. Ante la incertidumbre, algunos afirmaron que los cambios de presidentes en la región lo debilitaron hasta hacerlo desaparecer.
Al respecto, el vicecanciller aclaró que el Grupo de Lima era un "mecanismo" y no un organismo internacional" y que después del 5 de enero no había emitido ningún pronunciamiento porque "nadie ha considerado que tenga una manifestación concreta", mas allá de esa fecha. "Ni siquiera eso pertenece a la actual gestión", agregó.
Nathali Gómez
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