Un cajero recibe un tiro en la cabeza tras negarse a venderle cerveza a un hombre sin cubrebocas en un caso que ha conmocionado a Alemania
En un caso que ha conmocionado a Alemania, un estudiante de 20 años que trabajaba como cajero en una gasolinera en la ciudad de Idar-Oberstein, en el estado de Renania-Palatinado, recibió un disparo en la cabeza después de negarse a venderle cerveza a un cliente que no portaba tapabocas, según informa la Policía estatal.
De acuerdo a los reportes, los hechos ocurrieron el sábado 18 de septiembre después de que un hombre de 49 años ingresara al establecimiento para comprar dos paquetes de seis cervezas; sin embargo, al llegar a la caja, el dependiente le negó el servicio porque no portaba mascarilla, lo que desató una discusión y el enojo del cliente.
Tras salir lanzando amenazas al chico, el sospechoso volvió a la gasolinera aproximadamente una hora después, esta vez con la nariz y la boca cubiertas, tomó otro paquete de cervezas y, al llegar al mostrador, se destapó el rostro de nueva cuenta, por lo que el joven volvió a demandarle el uso de la mascarilla. Ante la exigencia, desenfundó un revólver y disparó al trabajador en la cabeza, causándole heridas fatales.
Luego del tiroteo, las autoridades comenzaron la búsqueda del pistolero a través de las cámaras de seguridad de la ciudad. No obstante, el fugitivo fue arrestado el domingo por la mañana en las instalaciones de la Policía local por elementos de las Fuerzas Especiales, después de que este se presentara voluntariamente en compañía de una mujer.
Ya bajo custodia, el detenido aseguró que la situación de la pandemia ha sido muy difícil de manejar y se sintió "acorralado" ante la situación, motivo por el cual "no vio otra salida" más que dispararle al estudiante. Asimismo, el fiscal superior de Renania-Palatinado, Kai Fuhrmann, comentó que el detenido había asegurado que la víctima fue "responsable de la situación general, ya que había hecho cumplir las reglas".
Como parte de las investigaciones, las autoridades realizaron un cateo en el domicilio del sospechoso, en donde encontraron el arma homicida, así como otras armas de fuego y municiones, todas ellas poseídas de manera ilegal. Hasta el momento, la Policía continúa con la averiguaciones para armar el caso contra el acusado y enjuiciarlo por su presunta responsabilidad en la comisión del crimen.