Científicos de tres universidades británicas han desarrollado un nuevo método de medición pasiva de la actividad cerebral que -aseguran- permite detectar la enfermedad de Alzheimer en sus primeras etapas de desarrollo. A diferencia de los biomarcadores conocidos, el nuevo test, llamado Fastball, no requiere de un esfuerzo activo de la persona sometida a estudio, así como tampoco está influido por su nivel de educación, describe el estudio, publicado el 20 de septiembre en la revista Brain.
Durante la prueba, de dos minutos de duración, al participante se le coloca una gorra de electroencefalografía para registrar su actividad cerebral y se le muestra una serie de imágenes de objetos cotidianos en la pantalla de una computadora, midiendo al mismo tiempo su actividad cerebral, explica en un artículo en The Conversation George Stothart, profesor de la Universidad de Bath y el autor principal del estudio.
Las imágenes se presentan a una velocidad de tres por segundo y son intercaladas periódicamente con una imagen ya aparecida anteriormente.
Si la persona recuerda la imagen repetida, el lector de la gorra electroencefalográfica muestra una respuesta neuronal distinta, registrando incluso pequeños cambios en las ondas cerebrales. La medición es completamente pasiva: el participante no necesita comprender la tarea ni responder a preguntas.
Una prueba preliminar en un grupo de 60 personas (compuesto de adultos sanos y de pacientes de alzhéimer) logró distinguir a los participantes sanos de los enfermos con una precisión del 86 %.
Según los investigadores, el nuevo método acortará en cinco años el tiempo de detección de la enfermedad, lo que permitirá aumentar la eficacia de los medicamentos que se prescriben.