El partido de la ultraderecha española VOX sigue dando pasos en América Latina, tras anunciar hace un mes que estaba interesado en crear un foro para combatir la supuesta "deriva comunista" en la región. En esta ocasión, una foto revela que también se reunieron con uno de los partidos más conservadores de Perú: Renovación Popular.
El congresista Jorge Montoya fue el primero en compartir un fotografía del encuentro en el que participaron los diputados españoles Victor González y Hermann Tertsch en Lima. El legislador peruano José Cueto también aparece en la imagen.
"Hoy junto a mi bancada sostuvimos una reunión con los diputados Victor González y Hermann Tertsch del partido político VOX de España, en la sala Bolognesi del Congreso de la República", escribió Montoya, un exvicealmirante en situación de retiro que está actualmente investigado por la Fiscalía peruana por el presunto delito de sedición.
Montoya fue incluido en el expediente, a mediados de este año, después de que el Ministerio Público considerara que habría incurrido en delitos de conspiración para la sedición y perturbación de la tranquilidad pública, ya que se unió al llamado de la derecha para desconocer los resultados que le dieron el triunfo al actual presidente, el izquierdista Pedro Castillo. Cueto también es investigado en la misma causa.
Hasta ahora, la reacción a la reunión ha sido mixta en redes sociales. Mientras un sector aplaude el acercamiento con el partido español liderado por Santiago Abascal para "parar al comunismo", otros han repudiado que Renovación Popular se codee con "más nazis y fascismo".
Los aliados de la 'iberosfera'
Este no es el primer acercamiento de Montoya a VOX. Un mes antes de que fuese indagado por la Fiscalía, el congresista de Renovación Popular fue uno de los que se adhirió a la llamada Carta de Madrid, un documento elaborado por el partido ultraderechista español que, entre otros puntos, afirma que la región está "secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista", que se "infiltran en los centros de poder" a través de iniciativas "como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla" para imponer su "agenda ideológica".
La suscripción de Montoya no sorprendió a nadie, ya que a finales de agosto pasado, cuando la confianza al Gabinete de Castillo aún era una incógnita, el congresista insistió en dejar clara su postura política: "Que no haya dudas de nuestro anticomunismo".
La insistencia en el fantasma del "comunismo" ha sido una constante en el discurso de la derecha peruana, especialmente en Renovación Popular, cuyo candidato presidencial, Rafael López Aliaga, llegó tercero en la primera vuelta con un discurso ultraconservador que converge con VOX en sus posturas en contra la educación sexual, el aborto y el derecho al matrimonio a personas del mismo sexo.
Son precisamente estas coincidencias las que VOX pretende aprovechar en la región para intentar frenar el avance de la izquierda, que se ha fortalecido con la llegada al poder de Castillo en Perú; el afianzamiento de los liderazgos de Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández, en México y Argentina; así como el resurgimiento de iniciativas de integración como la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac), aunado al debilitamiento de foros como el Grupo de Lima (nacido en el seno de la Organización de Estados Americanos).
La propuesta del partido ultraderechista español es fortalecer el concepto de la 'Iberosfera', inventado por VOX para intentar aglutinar en su definición a una supuesta área de influencia en América, que incluye a EE.UU. y Canadá, y que "comparten una arraigada herencia cultural".
La 'cruzada' en busca de estas adhesiones empezó a principios de este mes, cuando se conoció de la reunión que sostuvieron un grupo de senadores mexicanos del Partido Acción Nacional (PAN) con Santiago Abascal, líder del partido español de extrema derecha.
Aunque los legisladores mexicanos presumieron del encuentro después de la reunión, subiendo una fotografía a su cuenta de Twitter (@SenadoresdelPAN), la ola de críticas en el país latinoamericano obligó a la obligación a eliminar la publicación de la red social. En Perú, sin embargo, ningún político se ha retractado por el encuentro.
Nazareth Balbás
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