Centenares de migrantes, principalmente haitianos, han logrado evadir los filtros de las autoridades mexicanas en Chiapas, con la intención de encontrar una oportunidad para mejorar su calidad de vida. Ante la saturación de las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda los Refugiados (Comar) de la ciudad de Tapachula, en la que se procesan cerca del 72 % de las solicitudes de asilo, los migrantes se han trasladado hasta las oficinas de la Ciudad de México.
En los últimos días, familias enteras, niños, mujeres embarazadas, han acudido hasta la capital mexicana, en donde algunos han rentado habitaciones austeras cerca de la zona donde se ubican las oficinas de la Comar, mientras que otros no tienen a donde ir.
"O sea, realmente, yo creo que es algo que va a durar mucho tiempo. Yo comencé el proceso en Tapachula, entonces, cuando yo llego aquí me dijeron que tengo que renovarla porque tengo que volver a hacerlo aquí", comentó Fabiola, quien espera la resolución de su petición de asilo.
"Mal, mal, estoy pasando mal, pasando hambre, pasando sed", señaló Erick, otro solicitante. "Pero no sé cuánto tiempo, en cuánto tiempo me van a llamar para entregarme eso… lo que si yo quisiera, que lo hiciera lo más rápido posible, porque en lo que yo estoy aquí, realmente el bolsillo no da abasto", apuntó David, quien también espera respuesta.
Del total de solicitudes de asilo tramitadas hasta agosto, alrededor de 18.000 han sido presentadas por haitianos que buscan refugio, siendo las oficinas más concurridas las ubicadas en los estados de Chiapas, Ciudad de México y Tabasco. De acuerdo a cifras oficiales, se espera que las autoridades mexicanas reciban más de 110.000 para finales del 2021.
Los migrantes que hacen largas filas afuera de la oficina para refugiados han recorrido por varios días el territorio mexicano a través de cuatro rutas identificadas por las autoridades, que son usadas por los traficantes de personas para pasar desapercibidos y llegar a los estados fronterizos de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sonora, Chihuahua y Baja California.
Al menos siete entidades del país han cerrado las puertas de los albergues para migrantes, pues no cuentan con recursos para atender la creciente demanda registrada ante la llegada de miles de haitianos procedentes de Estados Unidos, que han arribado a suelo mexicano desde el lunes pasado tras ser deportados por las autoridades estadounidenses.
De acuerdo a Soraya Vázquez, subdirectora de la organización binacional de apoyo a los migrantes Al Otro Lado, "lo que ha sucedido es que se ha usado la figura del refugio como la única manera para regularizar a esta población migrante, cuando la Ley de Migración prevé otras formas de regularización que son más sencillas, más rápidas y mucho más fáciles de tramitar para los migrantes e implican [el gasto de] mucho menos recursos para las instituciones".
Actualmente, estas personas tienen dos posibilidades: o regularizan su estancia en México o avanzan hacia Estados Unidos, con la amenaza de que puedan ser deportados o vivir situaciones de violencia, como las de hace unos días en Del Río, Texas, donde patrulleros fronterizos a caballo perseguían con látigos a los migrantes. Respecto a estos acontecimientos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que habrá castigo para quienes cometieron estos actos.
Por su parte, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a la ONU para intervenir en la crisis económica y política en Haití que ha motivado la migración, además de pedir a Estados Unidos que invierta en Centroamérica.
"Si ya tienes estos campamentos inhumanos, ¿por qué no desarrollar una estrategia donde puedas generarles mejores condiciones de vida a las personas mientras están esperando su proceso migratorio?", comentó Vázquez.
Según recientes estimaciones, se calcula que actualmente hay alrededor de 3.000 haitianos que se encuentran en tránsito en estados como Oaxaca y Tabasco, en el sur de México, mientras que unos 13.000 permanecen en la frontera entre Texas y Coahuila.
La Organización Internacional para las Migraciones consultó a Brasil para saber si recibiría a algunos haitianos que están en la frontera entre Estados Unidos y México. La propuesta, señala la agencia Reuters, es que el gigante sudamericano reciba a haitianos que tengan un hijo brasileño o que hayan pasado por el país antes de ingresar a territorio mexicano, planteamiento que la Administración de Bolsonaro está analizado con base en la legislación vigente.