El ahora excampeón mundial de peso pesado, el británico Anthony Joshua, ingresó a una institución hospitalaria con una presunta rotura en la cuenca de un ojo, según reveló a medios locales su promotor, Eddie Hearn.
"No sé si se ha roto la cuenca del ojo, no tiene muy buen aspecto. [Anthony] dijo que no podía ver después del noveno asalto", contó el empresario.
Joshua cayó derrotado este sábado ante el boxeador ucraniano Oleksandr Usyk por el campeonato mundial unificado de los pesos pesados. Después de 12 asaltos bastante igualados, el retador se alzó con la victoria por la vía de los puntos y le arrebató los títulos de la AMB, OMB y FIB a su rival.
A la altura del décimo asalto, el ojo lastimando del británico estaba morado y visiblemente hinchado. Eso le habría facilitado a Usyk tomar el control y cimentar su triunfo con una serie de feroces golpes, especialmente en el cierre de la contienda.
Hearn señaló que, tras el campanazo final, su apoderado fue escoltado rápidamente fuera del cuadrilátero y llevado a un hospital para que lo examinaran. En su opinión, el púgil ya se veía disminuido para cuando tenía problemas de visión. "Parecía que su poder lo había abandonado, su tanque estaba vacío y solo el corazón lo mantuvo de pie en el duodécimo asalto", comentó.
En diálogo con BBC Radio Live, el promotor habló de una revancha obligatoria y de que Joshua sentía que podía vencer la próxima vez. "[Anthony] ya está hablando de la revancha. Lo primero que dijo fue: 'sé que puedo vencerlo, sé exactamente lo que tengo que hacer'", subrayó Hearn.
"Conociendo a AJ [Anthony Joshua], sabiendo la posición en la que se encuentra, sabiendo que tendrá la oportunidad de recuperar sus cinturones, no hay absolutamente nada más que pueda hacer aparte de [pelear] una revancha", agregó.