La negativa de las autoridades iraníes a permitir el acceso de personal del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a los talleres donde se fabrican componentes para las centrifugadoras utilizadas para enriquecimiento de uranio llevó a EE.UU. a lanzar una advertencia contra Teherán. La Unión Europea también manifestó su preocupación.
"Pedimos a Irán que brinde sin más demora el acceso necesario al OIEA", detalla una declaración de EE.UU. enviada al organismo de la ONU, en la que agrega que "si no lo hace", realizarán consultas con otros miembros para dar una "respuesta adecuada" a la nación persa.
"Estamos profundamente preocupados por la negativa de Irán a proporcionar al OIEA el acceso necesario para dar servicio a su equipo de monitoreo, como se acordó en la declaración conjunta del 12 de septiembre entre el OIEA e Irán", continúa el texto.
Por su parte, la Unión Europea también definió la postura de Teherán respecto a sus instalaciones nucleares como "un hecho preocupante", por lo que pidió que la situación se resuelva "sin más demoras".
El conflicto se originó debido a las denuncias realizadas este domingo 26 de septiembre por el OIEA sobre la negativa de Irán a que sus inspectores tengan acceso a las cámaras instaladas en el complejo de TESA Karaj para remplazar las tarjetas de memoria.
En respuesta, el representante de Irán ante el organismo, Kazem Gharibabadi, aclaró que el equipo de monitoreo en el complejo "no se incluyó para el mantenimiento", por lo que el informe del OIEA de este domingo "va más allá de los términos acordados" en la declaración conjunta.