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Dimiten dos presidentes regionales de la Reserva Federal de EE.UU. acusados por operaciones financieras cuestionables
Aunque las actividades reportadas no violaron las normas de la Reserva Federal, el hecho de que se realizaran en plena pandemia somete a escrutinio su ética y credibilidad.
Dos presidentes de bancos regionales de la Reserva Federal de EE.UU. renunciaron a sus cargos este lunes, después que un escándalo desatado por sus dudosas actividades financieras en plena pandemia pusiera en entredicho las normas éticas del banco central estadounidense.
Eric Rosengren, presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston, anunció este lunes que dejará su cargo el próximo jueves por razones de salud, al alegar que está en lista de espera para recibir un transplante de riñón, por lo que quiere introducir "cambios en su estilo de vida".
Siguiendo quizá ese ejemplo, Robert Kaplan comunicó que el próximo 8 de octubre dimitirá como presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, debido a ciertas acusaciones que, según sus palabras, impiden su trabajo.
"Por desgracia, el reciente énfasis en mi declaración de situación financiera corre el riesgo de convertirse en una distracción para la ejecución del trabajo esencial de la Reserva Federal", aseveró en un comunicado.
Esas dimisiones llegan poco después que las declaraciones de ambos funcionarios sobre su situación financiera pusieran de manifiesto, por ejemplo, que Kaplan realizó en 2020 operaciones con acciones individuales por un valor de millones de dólares. Paralelamente, se ha revelado que ese mismo año Rosengren invirtió sumas considerables en fondos inmobiliariarios.
Aunque esas actividades no habrían violado, aparentemente, la política de ética de la Reserva Federal, el hecho de que se realizaran en medio de las medidas aprobadas por la Reserva y encaminadas a hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus, las someten a escrutinio de credibilidad por parte del Banco Central de EE.UU. En ese contexto, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se comprometió a endurecer los reglamentos éticos que posibilitaron esas cuestionables operaciones.
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