En España una campaña publicitaria ha despertado la indignación de la comunidad rusa en esta nación. Unos carteles que buscaban concienciar sobre el alto consumo de prostitución y la explotación sexual que esconde han sido considerados como denigrantes para las mujeres rusas.
En los últimos años España lidera el ranking europeo de consumo de prostitución, mientras que ocupa la tercera posición a nivel mundial. Este consumo, que está aumentando entre los más jóvenes, está en el punto de decenas de organizaciones no gubernamentales que están llevando a cabo distintas campañas para intentar sensibilizar a la población contra la explotación sexual.
Con ese afán se está llevando a cabo una campaña en Cantabria, al norte del país, con carteles en distintas marquesinas de autobuses que denuncian cómo el hombre consume mujeres como si fuera un menú de comida. En la imagen difundida se puede ver el típico anuncio del menú del día de cualquier restaurante, pero en vez de alimentos aparecen nombres de mujeres. La polémica ha saltado por que se señala concretamente una nacionalidad, la rusa, lo que ha indignado a la comunidad de este país en España.
El presidente de la asociación de rusoparlantes de España, Oleg Goubarev, sostiene que "estos carteles son una publicidad muy poco acertada", porque "afectan de forma negativa y ha causado malestar al colectivo de las mujeres rusas residentes en España". Así, en su opinión, habría que "reparar lo antes posible el daño causado por estos carteles".
Además, desde el inicio de esta controversia decenas de mensajes en las redes sociales criticaban esta campaña, algunos la calificaban como "vergonzosa" y otros consideraban que las mujeres rusas habían sido insultadas con esta campaña.
Algunas de las mujeres que han visto el cartel han dado su opinión. "Me sentiría muy ofendida y muy clasificada. Me parece algo muy generalizado. Es un problema que ocurre en todo el mundo y no lo puedes enfocar tanto en un solo país y con unas señales tan claras", sostiene una transeúnte. Otra afirma que le parece mal "criminalizar una sola nacionalidad, cuando están involucradas tantísimas"; mientras que una tercera cree que "es una falta de respeto y te sientes ofendida" y que al final se trata de "un poco más machismo y más de lo mismo".
Desde la comunidad rusa se exige a las organizaciones que han llevado a cabo esta campaña que pidan disculpas. Además, solicitan la retirada de todos los carteles. Una controversia que ha puesto en un segundo plano el problema del que poco se habla: el alto consumo de la prostitución en España.