Sitúan en 385.000 millones de dólares la deuda no declarada que tienen con China países pobres y de medio ingreso
Las deudas no declaradas de los países financiados por China han crecido significativamente desde el lanzamiento de la Nueva Ruta de la Seda, el gran proyecto de desarrollo interregional chino, y ascienden al menos a 385.000 millones de dólares, según un nuevo estudio.
El análisis realizado por el centro de investigación AidData se centró en los datos de 165 países involucrados en la financiación de desarrollo extranjero por China desde 2000 y reveló que las deudas que no aparecen en las hojas de balance de los gobiernos han experimentado una tendencia al alza desde el comienzo del gran proyecto chino en 2013.
"El peso de la deuda es considerablemente mayor de lo que las instituciones de investigación, agencias de calificación de riesgo u organizaciones intergubernamentales se imaginaban", se señala en el informe.
Así, 42 países cuentan con niveles de endeudamiento con China mayores al 10 % de su PIB, incluidos Laos, Maldivas, Camboya y Myanmar. En Laos, el proyecto de ferrocarril China-Laos por valor de 5.900 millones de dólares es financiado con una deuda no oficial que equivale a un tercio del PIB del país.
Las deudas no se reportan de manera sistemática a los organismos internacionales como el Banco Mundial, porque en muchos casos las instituciones gubernamentales no son los prestatarios principales responsables del reembolso.
Casi el 70 % de los prestamos chinos al extranjero se dirigen a compañías y bancos estatales, sociedades de propósito específico, empresas conjuntas y entidades del sector privado de los países receptores.
"La mayoría de ellas se benefician de formas explícitas o implícitas de protección de responsabilidad por parte del gobierno anfitrión, lo que ha borrado la distinción entre deuda pública y privada y ha creado importantes desafíos de gestión financiera pública para los países en desarrollo", concluye el informe.
Actualmente el gran proyecto chino se enfrenta a un rival representado por la iniciativa de los países del G7, Build Back Better World, lanzada este año como alternativa a la Nueva Ruta de la Seda.
En su informe AidData analizó 13.427 proyectos en 165 países entre 2000 y 2021 con una financiación total de 843.000 millones de dólares.