Las muertes por violencia policial en Estados Unidos durante las últimas cuatro décadas se han subestimado en más de la mitad, según revela un estudio publicado recientemente en la revista británica The Lancet.
El estudio, realizado por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, comparó los datos del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de EE.UU. (NVSS, por sus siglas en inglés), que proporciona información sobre los registros de nacimientos y defunciones recopilados por el Gobierno federal, con otros registros mantenidos por organizaciones externas y encontró una brecha que sugiere que más de la mitad de los fallecimientos causados por las fuerzas del orden no fueron reportados por las autoridades.
Entre 1980 y 2018, periodo que coincide aproximadamente con la época de la guerra contra las drogas y el aumento de encarcelamientos, los expertos estimaron 30.800 muertes por violencia policial en todas las razas y estados de EE.UU. De estas, 17.100 no aparecen notificadas por el NVSS, según el estudio.
Durante ese período, la tasa de mortalidad por violencia policial fue 3,5 veces más alta en las personas negras. Adicionalmente, los investigadores calcularon que la incidencia fue una 20 veces más alta en varones, con 30.600 muertes de hombres y 1.420 de mujeres desde 1980 hasta 2019.
¿Problemas administrativos o conflictos de intereses?
Los investigadores sugieren que la infradeclaración está relacionada con "varios factores" y que parte del problema puede ser administrativo, ya que el forense o el examinador médico pueden no indicar la participación de la Policía en la sección de causas de fallecimiento de un certificado de defunción o cometer errores en el proceso de asignación de ciertos códigos.
Asimismo, señalan que dado que muchos médicos forenses o examinadores están integrados en los departamentos de policía, "puede haber importantes conflictos de intereses que podrían disuadir a los certificadores de indicar la violencia policial como causa de la muerte".
Los autores citan una encuesta realizada en 2011 a los miembros de la Asociación Nacional de Médicos Forenses, según la cual el 22 % de los entrevistados declararon haber sido presionados por un funcionario elegido o designado para cambiar la causa o la forma del deceso en un certificado.
Violencia policial y racismo sistémico
La historia de racismo sistémico de Estados Unidos y unas fuerzas policiales militarizadas subyacen a los altos índices de violencia policial en el país, apuntaron los científicos.
El estudio llega en un momento en el que el país norteamericano se enfrenta a críticas a sus departamentos de policía por la falta de transparencia en torno a las muertes relacionadas con el accionar de los uniformados y su impacto desproporcionado en la población negra, que pone de manifiesto la falta de registros nacionales fiables sobre lo que se ha convertido en un importante problema de salud pública y derechos civiles.
"Las recientes muertes policiales de personas de raza negra han atraído la atención de todo el mundo sobre esta urgente crisis de salud pública, pero la magnitud de este problema no puede comprenderse plenamente sin datos fiables", dijo la coautora principal de la investigación, Fablina Sharara, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en un comunicado de prensa.
"Informar de forma imprecisa o clasificar erróneamente estas muertes oscurece aún más el problema más amplio del racismo sistémico que está incrustado en muchas instituciones de EE.UU., incluidas las fuerzas del orden", recalcó.