Una antigua broma de Vladímir Putin resultó ser profética. Durante su discurso en un foro económico de Berlín en el año 2010, el entonces primer ministro ruso abordó el tema de la cooperación en materia de gas y energía nuclear, los cuales, según dijo, no pueden cambiarse por leña.
"Pero no entiendo nada, ¿con qué se van a calentar? No quieren gas, no desarrollan la energía nuclear, ¿van a calentar con leña? Pero también hay que ir a Siberia a por leña. Ni siquiera tienen leña", bromeó.
Ahora, estas palabras de Putin han adquirido una relevancia inesperada en un momento en que toda la Unión Europea afronta una escasez de gas y un acusado aumento de los precios al no conseguir llenar sus depósitos subterráneos a tiempo. Este miércoles, el precio del gas en Europa alcanzó un nuevo récord al llegar a los 1.936 dólares por 1.000 metros cúbicos en la bolsa londinense de futuros ICE.