El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abrió este viernes el primer Diálogo de Alto Nivel de Seguridad (DANS) con EE.UU., con la esperanza de emprender "una nueva etapa" de relacionamiento con Washington, especialmente en materia de seguridad.
"Estamos en esa disposición de que haya cooperación para el desarrollo. Queremos que trabajemos juntos y que seamos respetuosos de nuestras soberanías, de modo que yo considero que vamos a poder juntos inaugurar una etapa nueva", dijo el mandatario en el Palacio Nacional, minutos antes de la reunión que encabezan el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
En la antesala al encuentro, Blinken agradeció la presencia de López Obrador y celebró la relación que existe entre ambas naciones. Asimismo, abogó porque el resultado de las negociaciones se traduzca en "una transformación total mediante una responsabilidad compartida".
El presidente mexicano también extendió una invitación a su homólogo estadounidense, Joe Biden, para que visite su país próximamente.
En esta oportunidad, México tendrá el reto de unificar objetivos tan distintos como los que persiguen ambas administraciones, incluyendo la disminución del tráfico de drogas hacia EE.UU. y la consecuente epidemia de opioides en la nación norteamericana; el incesante trasiego de armas desde la frontera norte hacia territorio mexicano, que alimenta la violencia que vive el país latinoamericano; y las redes del crimen organizado que se han incrustado en los flujos migratorios desde el sur del continente.
"Sería inconcebible que no hubiese entendimiento. Sería muy lamentable que no nos entendiéramos, que no se fortalecieran las relaciones de cooperación, de amistad, entre nuestros pueblos y nuestros gobiernos", apuntó hoy López Obrador, quien resaltó que su administración lleva a cabo una "revolución pacífica", que tiene como principal objetivo el combate a la corrupción.
Para el mandatario, la erradicación de la corrupción es lo que puede permitir la mejora de las condiciones de vida de la población, no solo en México sino en el resto de América Latina.
Al respecto, argumentó: "La corrupción es la causa principal de la desigualdad económica, de la desigualdad social, de la violencia, de la migración y de muchos males. Si la desterramos, vamos a poder lograr vivir en una sociedad mejor".
Fin del "asistencialismo armado"
Uno de los ejes de las conversaciones será en torno al desenlace de la Iniciativa Mérida, como se le conoce al acuerdo firmado en 2007 por los entonces mandatarios George W. Bush y Felipe Calderón, mediante el cual Washington proporcionó a las instituciones de seguridad y justicia mexicanas más de 3.000 millones de dólares para la compra de equipos, armamento y capacitación en el contexto de la llamada 'guerra contra el narcotráfico'.
La administración de López Obrador ha planteado el cese del "asistencialismo armado" y, en cambio, propone la ejecución de un plan de seguridad denominado Entendimiento Bicentenario, que busca la cooperación mutua para el combate al crimen organizado, sin fiscalización de Washington a México.
Este viernes, Ebrard recalcó que la discusión sobre ese plan estaba en el centro de la agenda, así como la negociación sobre salud pública y migración. "Se llama Bicentenario porque vamos a cumplir 200 años de relación bilateral y se nos ocurrió que esta era la mejor manera de celebrarlo", indicó el canciller.