Con una población de unos 213 millones de habitantes, Brasil superó este viernes los 600.000 muertos por covid-19 desde que comenzó la pandemia, según datos recopilados por un consorcio de prensa.
El país superó esta barrera en un momento en el que la pandemia se desacelera con un promedio de 438 muertes diarias, muy por debajo de los 4.000 fallecidos registrados el pasado mes de abril.
El número total de fallecidos es de 600.077, lo que convierte al gigante latinoamericano en el segundo país con más decesos, por detrás de EE.UU.
El avance de la vacunación, iniciada el pasado mes de enero, puede ser uno de los factores principales para explicar al desaceleración. Más del 92 % de la población adulta de Brasil recibió al menos la primera dosis de la vacuna, y más del 60 % han completado la inmunización.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido uno de los líderes mundiales más criticados por su gestión de la pandemia y por una campaña de vacunación que se inició muy lentamente, a pesar de que este país es reconocido internacionalmente por su capacidad de inmunización a la población.
Desde hace meses, una Comisión de Investigación Parlamentaria analiza las posibles omisiones del Ejecutivo durante la crisis del covid-19 y deberá presentar sus conclusiones finales a mediados de este mes.
El senador Renan Calheiros, relator de la comisión, ya adelantó hace unos días que el comité "con seguridad" pedirá en su informe final la imputación de Bolsonaro.