Una modelación en computadora mostró que los átomos de seis metales —níquel, niobio, paladio, renio, rodio y circonio— pueden actuar como catalizadores en un proceso de conversión del dióxido de carbono en fuente de energía, comunicó este miércoles la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia).
Según se detalla, esa reacción se produce al intervenir materiales ferroeléctricos bidimensionales, que tienen una carga positiva en un lado y negativa en el otro. La aplicación de un determinado voltaje revierte esa polarización. La adición de los metales catalizadores resulta en la conversión del dióxido de carbono en combustible químico.
Aunque esta tecnología fue planteada hace una década, es ahora que la identificación de los catalizadores concretos permite dar un significativo paso adelante, afirmó un miembro del equipo científico, Liangzhi Kou.
"La eficiencia de la conversión se puede controlar mediante un enfoque factible. Esto significa que por primera vez desarrollamos la capacidad de acelerar o ralentizar, e incluso cambiar, la reacción química", indicó el investigador.
En cuanto a posibles usos del método, Kou sugirió que puede ser utilizado en el recubrimiento de los motores o sistemas industriales, con el fin de convertir el CO2 en una fuente de energía limpia, en vez de liberarlo a la atmósfera.
"El dióxido de carbono es la principal causa del calentamiento global debido al efecto invernadero. Convertirlo en combustible químico sería importante no solo para nuestro medio ambiente, sino también para resolver la crisis energética", resaltó el investigador.
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications y está en acceso abierto.
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