Borrell advierte que la UE "corre el riesgo de convertirse cada vez más en un objeto y no en un actor" y llama a una nueva política unida del bloque
El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell, publicó el domingo un texto sobre su visión del lugar que ocupa la Unión Europea en el mundo. En él, el jefe de la política internacional del bloque afirma que "se están produciendo cambios importantes y debemos actuar si no queremos vivir en un orden mundial que no podemos dejar de moldear".
Borrell considera que actualmente se registran "dos grandes tendencias" en las relaciones internacionales: una es el ascenso de China y la reacción a ello —como la formación de la alianza AUKUS— y la otra es la "dinámica multipolar" de actores como Rusia. En esta situación, "los europeos corren el riesgo de convertirse cada vez más en un objeto y no en un actor en los asuntos internacionales, reaccionando a las decisiones de otras personas, en lugar de conducir y dar forma a los eventos nosotros mismos", señala.
"¿Estamos, como Unión Europea, contentos de seguir siendo una especie de actor regional, centrado principalmente en el poder económico y normativo, para el que los asuntos del mundo y el poder duro son demasiado complicados?", se pregunta el jefe de la diplomacia europea, al tiempo que afirma que "no hay almuerzo gratis, es decir, que la pasividad también tiene un coste elevado".
La OTAN y "cuatro líneas de actuación principales"
En cuanto a la cuestión de si continuar desarrollando unas Fuerzas Armadas propias de la EU o hacerlo dentro de la OTAN, Borrell la tildó de "debate abstracto y francamente divisivo" y llamó a combinar ambos enfoques.
Asimismo, notificó que, en una reunión informal del Consejo Europeo, los jefes de los Estados miembro de la UE han acordado cuatro "líneas de actuación principales" que tienen que ver con la defensa, las relaciones con EE.UU. y "la posición estratégica en el Indo-Pacífico" del bloque:
- Fomentar "una cultura estratégica común" plasmada en el concepto de la "brújula estratégica", que guiaría las acciones de la Unión Europea hasta 2030. El primer borrador del documento será presentado en noviembre;
- Reconocer la insustituibilidad de la cooperación UE-OTAN, que será modificada "en los próximos meses" con la adopción de una nueva declaración conjunta. "Nuestros amigos estadounidenses esperan que nosotros, los europeos, tengamos una mayor parte de responsabilidad, por nuestra propia seguridad y la del mundo", indica Borrell, que informa que discutirá ese asunto con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ya esta semana;
- Adoptar un enfoque común hacia China que el propio Borrell describe como "socio, competitivo, rival". En particular, propone "fomentar el diálogo y la cooperación en determinadas áreas como la política climática" y, al mismo tiempo, "estar preparados para presionar […], especialmente en lo que respecta a los derechos humanos y las opciones geopolíticas";
- "Profundizar nuestro compromiso en y con la región del Indo-Pacífico", lo que supone cooperar tanto con China —"donde esto tenga sentido"— como con otros países y bloques. Asimismo, la postura de la UE debe modernizarse "más allá del comercio, hacia la seguridad", opina Borrell.