Evgueni Kulésh, el artista que falleció el pasado 9 de octubre tras ser aplastado por una parte del decorado durante una ópera en el teatro Bolshói en Moscú, habría tenido la intención de dejar el trabajo tras casi 20 años en el grupo teatral, recogen medios locales.
El artista murió en medio de la ópera 'Sadkó' del compositor ruso Nikolái Rimski-Kórsakov debido a una fractura craneal tras quedar atrapado debajo de un decorado. La actuación fue detenida de inmediato y se pidió a los espectadores que abandonaran el teatro.
Kulésh, de 37 años, fue admitido en el teatro en 2002 y estaba casado con una compañera de trabajo, pero en los últimos años estaba considerando renunciar, según reveló al diario Komsomólskaya Pravda un amigo del fallecido.
"Zhenia [Evgueni] dijo una vez que estaba cansado de hacer lo mismo por 20 años. Porque no tenía ni una profesión ni mucho dinero", dijo el compañero. "O sea, ya habría renunciado hace mucho si hubiera tenido a donde ir", detalló.
Paralelamente, en los medios han empezado a circular las versiones de que el propio artista pudo haber provocado el accidente fatal. En una entrevista concedida al diario Moskovski Komsomolets, un artista que se encontraba en la escena señaló que Kulesh podría haberse confundido y caminado en la dirección errónea en vez de caminar hacia los espectadores.
Por otra parte, el famoso bailarín de ballet ruso Nikolai Tsiskaridze señaló a Komsomólskaya Pravda que "todos los artistas coinciden en que el fallecido realmente no tuvo la culpa".
"No tengo dudas de que responsabilizarán [del incidente] al artista fallecido u otro trabajador de la escena y cerrarán el caso. Ya hemos pasado por esto", agregó Tsiskaridze lamentando los problemas de seguridad que atraviesa el teatro Bolshói.