Dos mujeres que realizaron una reserva de tres noches en el Grand Hotel Scarborough, en el condado inglés de North Yorkshire, por las que pagaron un total de 338 libras (unos 460 dólares), reclaman la devolución del dinero debido a que el lugar es utilizado para albergar refugiados afganos. Según expresaron, esto les hizo temer por su seguridad, afirmando al mismo tiempo que no son racistas.
Según publicaron medios locales, el hotel alberga varios de los cerca de 200 refugiados ubicados en la ciudad de Scarborough y las mujeres manifestaron su preocupación en torno a supuestos problemas de inseguridad en el lugar. "Leímos sobre robos y niños corriendo salvajemente", comentó una de ellas, que agregó: "De ninguna manera somos racistas. He trabajado con refugiados y no es su culpa. Es solo la situación en la que se encuentran".
"Una vez más, no somos racistas, pero nos sentimos bastante amenazadas. Ha habido robos en el hotel, daños, cerraduras rotas y cosas desaparecidas", continuó una de las mujeres, que se preguntó: "¿Realmente queremos dejar cosas allí y al regresar descubrir que no están?".
Pedido rechazado
Para tratar de recuperar su dinero, se comunicaron con la empresa con la que habían contratado las tres noches en el hotel. No obstante, la respuesta que recibieron no fue la esperada, ya que les dijeron que no iban a recibir "ni un penique" debido a que su reserva no tiene política de cancelación.
"Básicamente están diciendo que si llegamos al hotel y no nos sentimos seguras es nuestro problema. Pero es su problema, ya que debieron habernos notificado", argumentó una de las mujeres. "Como clienta, deberían informar a todos los huéspedes que pagan de lo que está sucediendo allí", continuó.
Las quejas contra el hotel también se replicaron en portales como TripAdvisor, donde el establecimiento fue calificado con una estrella y huéspedes se quejaron de "incontrolables niños refugiados", de habitaciones insalubres y de largas esperas. Además, una persona lo definió como una "prisión".
Incluso, en la zona fueron repartidos folletos contra los refugiados en la ciudad, lo que fue definido por el concejal local David Chance como un hecho "reprensible" y con "motivación racial". "Si vas de vacaciones, siempre encontrarás un poco de bullicio", concluyó.