En Colombia ha transcurrido con éxito el inicio de un plan experimental de inmunocastración de hipopótamos en estado salvaje utilizando el medicamento GonaCon, que tiene como objetivo principal controlar el crecimiento de la población de hipopótamos invasores que rondan por el extenso valle de Magdalena Medio.
La ejecución del proyecto está en manos de expertos de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), que ha recibido para esta primera etapa una donación de 55 dosis de GonaCon por parte la agencia Animal and Plant Health Inspection Service de EE.UU, único país del mundo que produce este anticonceptivo.
Se han utilizado dos estrategias para la aplicación del medicamento en los hipopótamos. Por un lado, a través de dardos a los individuos cebados y capturados en un corral especial; y por el otro, de manera directa en los lagos, usando rifles de dardos. Según la Cornare, esta es una opción mucho más viable y económica de esterilizar a los hipopótamos que la forma tradicional, que consiste en procesos quirúrgicos.
"Se trata de un anticonceptivo que tiene efectividad en machos y hembras y se implementó inicialmente en la población que se encuentra aledaña al Parque Temático Hacienda Nápoles", explicó Gina Paola Serna Trujillo, médica veterinaria de Cornare.
En total, ya son 24 los hipopótamos que recibieron dosis de GonaCon, que se suman a los 11 que habían sido esterilizados de manera tradicional anteriormente.
Si bien la corporación a cargo espera que este se convierta en "un referente mundial para el control de la población de los hipopótamos invasores", no deja de tener complicaciones, ya que los especialistas sugieren administrar tres dosis del medicamento para alcanzar un resultado más efectivo.
"Es la primera vez que estamos implementando este procedimiento, vamos a hacerle seguimiento y monitoreo para saber qué tan exitoso puede ser", subrayó David Echeverri López, coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de la Cornare.
En 1981, el narcotraficante Pablo Escobar llevó ilegalmente tres machos y una hembra de hipopótamo a su hacienda Nápoles, ubicada en el departamento de Antioquia. Tras su asesinato en 1993, el Gobierno tomó el control de su propiedad, pero no de los ejemplares de esta especie, los mismos que se reprodujeron y ahora se cree que podría haber entre 80 y 100 hipopótamos deambulando por la zona.
Debido a la falta de depredadores naturales y a un clima favorable, los científicos han advertido que este número podría crecer a casi 1.500 para 2040, momento en el que la especie habría causado un daño ambiental irreversible y la población sería demasiado grande para controlarla.