Nueve escuelas de North Ayrshire (Escocia) comenzaron desde este lunes a aceptar pagos por los almuerzos escaneando las caras de los estudiantes, alegando que el nuevo sistema de reconocimiento facial acelera las filas y es más efectivo para prevenir la propagación del covid-19 que los pagos con tarjeta y los escáneres dactilares. David Swanston, director gerente de CRB Cunninghams, la compañía que instaló el sistema, dijo a The Financial Times que el tiempo promedio de transacción se reduce hasta 5 segundos por estudiante.
Las autoridades de North Ayrshire informaron que el 97% de los niños o sus padres habían dado su consentimiento para el nuevo sistema. Sin embargo, algunos progenitores dicen que no están seguros de que sus hijos hayan recibido suficiente información para tomar una decisión y sugieren que también podrían estar influidos por sus compañeros.
Además, los activistas a favor de la privacidad afirman que tras la introducción de la polémica tecnología en las escuelas los niños van a percibirla como algo normal y perderán su sentido de privacidad.